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Rectificar es de sabios

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Esto se anima. Luis vuelve a mover el banco. Se veía desde hace varias semanas que hay un problema en el medio del campo. Por ahí no acababan de funcionar las cosas. La pareja Albertini-Emerson, titular al principio, se ha caído del cartel. Es normal. Movilla ha cumplido siempre en todas sus apariciones. Sin hablar se ha ganado un sitio en el equipo. Y Nagore, por el estilo. Los dos supieron asumir la suplencia al empezar la temporada. Sin un mal gesto. Un buen ejemplo para todos. Se han esforzado en ganarse el puesto en el campo. Y Luis ha tenido que acabar claudicando —lo justo es lo justo, se mire por donde se mire—. Este domingo volverá a darles la manija del centro del campo atlético a Movilla y Nagore. Se lo merecen. Los dos condujeron al Atlético a Primera y los que venían a desplazarles no han demostrado hasta ahora ser más que ellos.

La otra gran novedad de la semana puede ser Jorge, un futbolista del que todos esperamos grandes cosas. Es un genuino representante del fútbol canario. Hasta ahora ha tenido pocos minutos y ha apuntado grandes cosas. A muchos les recuerda a Valerón. Y es cierto que se dan un aire. Jorge necesita, como el equipo, tiempo y partidos. Su puesto ideal es en el que puede colocarle Luis frente al Valladolid: de mediapunta. Ahí se desenvuelve como pez en el agua, es un futbolista capaz de ver los huecos para enviar el último pase, un jugador que puede surtir de balones de gol tanto al Niño Torres como a José Mari. Ese trío puede llegar a ser mortal si consigue compenetrarse. Además, es una apuesta de futuro, porque de los tres el mayor es José Mari y no llega todavía a los 24 años.

Así que Luis empieza a ver la luz después de dar vueltas y vueltas. Al final ha comprendido que rectificar es de sabios, y que Movilla y Nagore deben estar en la alineación inicial. Ahora le llega la oportunidad a Jorge. Su reto es seguir creciendo. Si lo consigue, lo agradecerá el Atlético, lo agradecerán el Niño y José Mari. Y hasta Luis, que resolverá sus dudas.