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Intercontinental | Real Madrid 2-Olimpia 0

¿Quintuplete?

Como prefieran: la tercera Copa del Centenario o el Dos de Dos, de esta temporada. Nos gusta más esta última acepción: tras la Supercopa de Europa, la Supercopa del Mundo, ayer. Y quedan otras tres por delante: Liga, Copa y Copa de Europa. ¿Quintuplete? Mientras lo averiguamos, un guiño: marcó Guti; hay justicia en este mundo.

TOMÁS GUASCH
<b>HIERRO Y ROBERTO CARLOS, COMO BLANC Y BARTHEZ.</B> La euforia entre los madridistas se desbordó tras conseguir el título. Se produjeron escenas curiosas como esta: el capitán Hierro besando la calva de R. Carlos.

Ikerman. En este mundo, de bien nacidos es ser agradecidos. Y El Portero, el que tanto tuvo que ver en la conquista de la Novena, fue ayer el tornillo que aseguró la Tercera. ¡Ah, la Novena! Fue la única Copa de Europa que se ganó con las manos y los pies a un tiempo. Las manos de Casillas y el pie de Zidane: ver vídeos. Por cierto que Ikerman vistió pantalón y medias blancas, casi como un jugador de campo. Algún día deberían dejarle salir de blanco entero si es su ilusión. Es perfectamente posible si los demás se ponen de negro. En este mundo ha habido varios ejes. Roma-Berlín-Tokio, Reus-París-Londres. Y ahora, Casillas-Glasgow-Yokohama. Portero para 40 años tiene el Madrid.

¡Atento, Sevilla! Decididamente: Ronaldo se inspira en Japón. Ve puerta. Se mueve. Pisa Yokohama y se siente ET: "¡Mi caaasa!", grita recordando los dos goles que metió en la final del Mundial. Ronaldo ha salido de ese estadio campeón del mundo por dos veces en seis meses. En junio, de selecciones; en diciembre, de clubes. ¿Qué hacer? Pues, de momento, que el Sevilla vaya reservando billetes por si acaso: no sólo va a jugar el 2 de enero su partido de Liga aplazado con el Real, sino que Del Bosque pide que sea en Yokohama: normal. Y, bueno, será porque fue en su sitio de la suerte, será porque fue una final, pero ese partido pasará a la historia por ser en el que más ocasiones de gol le fabricó el equipo a Ronaldo. Sobre todo un monumental Figo.

La llamada. El Madrid paseaba su triunfo cuando sonó nuestro teléfono. El ruido era tremendo, pero pudimos descifrar que se trataba de los peñistas catalanes del Madrid, que en número de 200 adelantaron sus vacaciones de Navidad y por 1.230 euros se han pasado siete días pateando Tokio y alrededores. Costó, pero les entendimos lo fundamental: "Manda recuerdos nuestros a Gaspart y Van Gaal". Es gente indesmayable esta, cuyo regreso a Barcelona está previsto para mañana por la tarde. "Que nos cacheen bien, que volvemos con una Copa de más", despidieron.

Talismanes. No fue un recuerdo gratuito el que desde Japón mandaron esos madridistas a Gaspart y Van Gaal. Uno, es el mejor presidente que el Madrid puede tener colocado en el Barça. Pero lo del holandés es tremendo. Fue fichar por el Barça y volver la Copa de Europa a Chamartín, 32 años después. Luego llegaron otras dos Copas europeas, con la de ayer, dos Intercontinentales y, en agosto, cayó la que le faltaba al Madrid: la Supercopa de Europa. Y sí, una Liga de por medio también cayó. ¡Pero como de esas hay tantas...! Habría que remontarse a los tiempos de Di Stéfano, Puskas y Gento para dar con una racha igual, en la que también tiene que ver Van Gaal. Ya saben que un día confesó que, de chaval, era del Madrid. O sea, cuando lo de las primeras cinco.

Un gafe. Pero como no hay cara sin cruz, y puesto que por la tele, e imagino que también en directo, el Madrid debió ganar por 5-1 más o menos, aprovechando lo del cacheo en los aeropuertos al que se refería el peñista, Barajas debería paralizarse hasta dar con el gafe que acompañó al Madrid en este partido. No vamos a exagerar, pero si el partido de ayer lo repite el ataque madridista en la próxima final de la Copa de Europa, allá en Old Trafford, se acaba el valium en el Reino Unido y a los hinchas merengues les entra una velocidad que ríanse ustedes de aquel episodio de las vacas locas. ¿Por qué se le niega tanto el gol al Madrid, juegue despistado o enchufadísimo como ayer, que lo hizo en plan Pasarela Cibeles? En estos casos sólo consuela la solución Boskov: Fúmbol es fúmbol y a ti te encontré en la calle.

Un partidazo. Eso es lo que fue. Un partidazo. Se esperaba al mejor Madrid y apareció. No hay un equipo capaz de jugar como él cuando se pone. Partidazo con tarjeta pinturera, del árbitro brasileño Simón al brasileño Roberto Carlos por pedir la pelota cuando no le tocaba. Por hablar. En brasileño. Estas cosas hay que cuidarlas, amigo. ¿El Balón de Oro, por cierto? Yo se lo daría a Casillas.