Van Gaal tira la Liga

Aún ganando todo y pensando que el líder empiece a perder, el Barça no se metería en la pomada hasta pasado el mes de enero. Algo hay que reconocerle al testarudo y altivo holandés: gran equilibrio en los resultados. Ha ganado cuatro partidos, ha empatado otros cuatro y, con la de ayer en Anoeta, ya acumula cuatro derrotas. Está a diez puntos de la Real y buscando todavía el once ideal. Será difícil que lo encuentre si prima la teoría de que tiene que decidir en función del rival. Y lo malo es que esta semana no hay cochinillo de por medio para ocultar el fiasco.

No hace ni dos semanas, tuve una larga charla con Gaspart, justo en la sala de Juntas, donde se toman las decisiones importantes del Barça. Con tremenda amabilidad, el presidente me hacía ver que no era el momento de sacar conclusiones. Con la misma firmeza, defendía el retorno de Van Gaal al banquillo. No vi atisbos de duda. Estaba convencido de que era lo mejor para su equipo. Incluso me apuntó que habían dado el visto bueno el ya defenestrado Serra Ferrer y Carlos Rexach. ¿Cómo puede haber tanta unanimidad entre los que mandan y tanto rechazo entre los que pagan? Gaspart es el primero que sabe que su suerte va unida a los caprichos de la libreta de su entrenador. Semana de cuchillos largos en Barcelona.