Siete meses después de su última aparición en un campo de fútbol, Pablo Díaz volverá a vestir el domingo la camiseta del Zaragoza. El asturiano, al que Paco Flores ya había incluido en las dos últimas convocatorias, ocupará en el Nuevo Vivero la plaza en el lateral izquierdo que dejará vacante por sanción el paraguayo Delio Toledo.Era un cambio cantado, aunque frente al Badajoz podría haber más, ya que el técnico catalán estudia dar entrada a Jesús en perjuicio de Aragón.

Paco Flores volvió a jugar ayer al despiste, pero hay intenciones que se hacen imposibles de camuflar. El técnico dividió en dos equipos a su plantilla para enfrentarse al filial en el clásico partidillo de los jueves. Pablo formó línea defensiva junto a Ferrón Rebosio y Paco, tres de los indiscutibles en la zaga aragonesa. Flores está obsesionado con esconder sus cartas, pero no hasta el punto de separar en el entrenamiento a una defensa sobre la que se ha edificado el crecimiento del equipo en los dos últimos meses.

Pablo disputó el último encuentro de la temporada pasada, cuando el equipo, ya descendido, se enfrentó al Barcelona en La Romareda, aunque desde esa tarde su rodilla no dejó de darle problemas. Se pasó en blanco toda la pretemporada y ya se ha perdido el arranque liguero. "Se me ha hecho muy largo, pero, por suerte, ya estoy en condiciones de jugar. Vamos a esperar, pero quizá esta semana lo tenga más fácil", señalaba ayer el defensa.

También podría haber una segunda novedad en el Zaragoza: la entrada de Jesús por Aragón. Paco Flores no quiere tocar el equipo, por lo que en Badajoz jugarán básicamente los mismos que actuaron de salida frente al Terrassa, aunque el entrenador estudia la posibilidad de formar el doble pivote con Soriano y Jesús. Ayer, ambos formaron pareja, mientras Santiago Aragón lo hacía con Generelo.