Hagan sitio al Atlético

El contraataque del Atlético ya empieza a ser el que Luis quiere. Y acabará causando estragos en esta Liga, porque el Niño Torres se agranda, José Mari tiene quinta velocidad y Jorge ofrece cosas deslumbrantes en los minutos que le da Luis —pocos por ahora—. El Niño estuvo ayer inspirado toda la noche. Hizo un gol de cabeza —gracias, Stankovic— y protagonizó dos galopadas que no acabaron en gol de milagro: una porque el balón se marchó lamiendo el palo y la otra porque estaba allí Prats. El día que le entren se cae el Calderón.

El Atlético, además, tiene un aire alegre, sus partidos empiezan a ser de ida y vuelta, primero pegas tú y luego me toca a mí, con emoción a raudales, no aptos para cardiacos, como dice Gil con razón. A este Atlético no le gusta marear el balón como se ha puesto tan de moda en el fútbol español sino salir como balas hacia la portería contraria. No todo el fútbol va a ser toque, que algunos de tanto tocar sin mirar la portería contraria acaban por aburrirnos como a ostras. Este Atlético prefiere tener menos el balón y salir de estampida cuando está en su poder. Al contraataque. Y en los córners, mucho cuidadito con el Atlético, que entran todos a rematar como leones los regalos que pone Stankovic —yo también me arrodillo para limpiarle la bota izquierda—. Con esas armas el Atlético ya se ha metido en la cabeza. Así que vayan haciendo sitio en la Champions.