Vida nueva a partir del 29
No me gusta nada todo esto. Demasiados líos esta temporada. Demasiados errores. Demasiada gente escurriendo el bulto. Demasiado ruido en una reunión entre seis españolistas que buscaban una solución a los males que atenazan al club. Demasiadas veces hemos vivido, algunas en nuestras propias carnes, que el desastre vino precedido de una sucesión interminable de escándalos. El desastre es el descenso, naturalmente.
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Mi opinión es que todo esto debe acabar en la junta de accionistas, el próximo día 28. A partir de ahí debe salir un Espanyol con un mando fuerte, capaz de dirigir los destinos del club. La tarea que tiene por delante es muy difícil. El 28, punto y final, sí. Con Dani, sin Dani. Con Pepe o con Juan. Pero ni un día más de nerviosismo en los despachos. Que ese nerviosismo se cuela en el vestuario, en la grada, en todas partes.
No hay vuelta de hoja, en serio. Los equipos que se van a Segunda División, los que acaban desapareciendo después, se lo buscaron por sus propios errores. Que hablen, que mediten, que decidan entre hoy y el día 28. Por el Espanyol, naturalmente.
