Y, además, valiente

Y, además, valiente

Imagino que, como buen gallego, Moncho López será supersticioso, así que hay que felicitarle por haber iniciado con buen pie su trayectoria como seleccionador nacional. El triunfo sobre Rumanía era predecible, pero una cosa es cumplir el pronóstico y otra hacerlo con amplitud, brillantez y buen juego, como ha conseguido España. En su debut, además, Moncho ha mostrado una virtud importante: valentía, determinación. El descarte de Edu Hernández-Sonseca (techo del equipo español con sus 2,12) parecía políticamente incorrecto, tanto en lo técnico (enfrente estaba el gigante Muresan, con 2,30) como en lo propagandístico: molaba cantidad el debut de un joven de 19 años, madridista, con buena imagen personal y excelente trayectoria deportiva. Moncho ha dejado el márketing a un lado para centrarse en lo prioritario: ganar y convencer. Frente a la altura y lentitud rumanas, velocidad española. Perfecta estrategia.

Con o sin Muresan, Rumanía es un equipo de tercera división europea. Más o menos lo que era España en los años 60, cuando sudábamos tinta para lograr plaza en los campeonatos de Europa y casi siempre nos dejaban fuera Polonia, Bulgaria o la propia Rumanía. Incluso en el Eurobasket de 1971 (Essen, Alemania), aún perdimos con Rumanía en partido oficial (72-76). Desde entonces, nuestro baloncesto subió a las alturas como un cohete, mientras el rumano quedaba anclado en la prehistoria.