Moyá se despidió hasta Shangai

La agresividad y la fuerza del juego del ruso Marat Safin acabó por frenar las aspiraciones de Carlos Moyá de llegar a la final del Masters Series de París-Bercy. Pero lo que es seguro es que se volverán a ver las caras en la cita de Maestros de Shangai.

Demasiadas emociones las vividas por Moyá en tan poco tiempo, por lo que al final tanta tensión acabó pasándole factura al español. El jueves daba la vuelta al partido ante Grosjean en un épico final. El viernes doblegaba a Andre Agassi y se ganaba su clasificación para Shangai. Y ayer, pese a decir adiós a sus opciones de estar en su séptima final de 2002 y de sumar su segundo Masters del año, se ganaba definitivamente el respeto del público parisino.

Ambos protagonizaron un partido de un alto nivel. Al final, Safin fue superior en la la eficacia de su servicio (14 saques directos, por cuatro del mallorquín) y sumó 30 puntos más con su primer saque.

El ruso es el ejemplo de la perseverancia en el circuito. Este año, aún sin ganar ningún torneo, ha logrado ser tercero en la Carrera de Campeones. Hoy intentará alzarse con su primer título del año ante Hewitt, el número uno del mundo (15:00 horas). A favor del ruso juega su victoria ante Philippoussis en el Masters de París de 2000.

Había expectación por ver jugar a Hewitt contra el jugador que más ha dado que hablar en los últimos meses, el tailandés Paradorn Srichaphan. Al final, éste, que prescindió de su talismática camiseta roja, cayó ante el número uno. Pero su país, encantado con la trayectoria de su deportista, le ha nombrado embajador cultural y tanto él como su padre tendrán pasaporte diplomático.