Los ciclistas prefieren el dinero a la gloria

Los ciclistas prefieren el dinero a la gloria

«Aitor González gana la Vuelta en 2002 y se va al Fassa Bortolo (Italia); Casero la gana en 2001 y se va al Coast (Alemania); Heras la gana en 2000 y se va al US Postal (Estados Unidos). Freire gana el Mundial en 1999 y se va al Mapei (Italia); Rubiera hace un etapón en el Giro de 1999 y se va al US Postal. Aquí el que gana se va rápido. Y es curioso, ninguno se fue para mejorar. Su cuenta corriente, sí; su palmarés, no. Freire logró ganar un Mundial más, pero arropado por los corredores de la Selección española, no por los del Mapei. Éstos, lo único que hicieron en la Copa del Mundo fue amargarle.

«Freire cambia ahora de equipo y elige el Rabobank (Holanda). Veremos cómo le va. Como Aitor González, cuyo futuro en Italia está por descubrir. Por lo pronto parece que no correrá el Tour. Una pena, porque reúne las características de un hombre-Tour. Los intereses de los equipos extranjeros, cuando fichan a nuestros corredores, no parece que respondan a convertirlos en grandes campeones. Con Heras y Rubiera ya hemos visto. Están para tirar de Armstrong en las cuestas. Y que no se les ocurra intentar ganar una etapa, que tienen que reservar sus fuerzas para cuando el jefe les requiera.

«Es verdad que luego vienen a la Vuelta como líderes, pero llegan tan machacados que uno no puede con las piernas a las primeras de cambio y el otro llega al final sin opciones. Así que irse al extranjero no es ningún Eldorado deportivo para los ciclistas españoles. Hay muchos, los modestos, que se van porque aquí no encuentran sitio. Pero que se nos vayan los buenos duele. Es cuestión de dinero. Es evidente. Aquí se paga menos porque vienen tiempos de crisis. Y nuestros ciclistas, en cuanto pueden, salen corriendo. Aunque sea a costa de renunciar a la gloria. Ellos son los que han puesto el precio.