Abelardo, de cabeza y en el último minuto, rescató a medio Alavés de la derrota y de tener pie y medio fuera de la UEFA. Fue una jugada polémica, con el córner que la había precedido protestado por los turcos (el línea había concedido saque de puerta) y que desencadenó una monumental tangana y la ira de los aficionados otomanos en la grada. Pero el Alavés empató, que es lo que importa, y salvó algo de su crédito para un difícil partido de vuelta.

Sea como sea, los de Mané confirmaron una cosa: no son el equipo que tan bien manejaba los partidos el año pasado y, mucho menos, el que con autoridad se paseó por Europa hasta llegar a la final hace dos temporadas. Eso sí, no merecieron perder. A la media hora de juego, los de Mané habían sido mejores, con una falta que paró in extremis Córdoba y un zapatazo de Iván Alonso que rozó la cruceta.

El dominio era alavesista, y la mala suerte, también. A los 31 minutos, el capitán Karmona protagonizó una desgraciadísima jugada al mandar a su propia puerta una jugada en la que falló Téllez. Sacó de banda Llorens, se la robó Dobra al central madrileño y centró al primer palo. Karmona la metió dentro y las cosas se le torcieron casi definitivamente al Alavés.

Los turcos, que ya habían avisado con un tiro desviado en una gran ocasión de Mansiz, se crecieron con el gol de Karmona hasta el punto de hacerse dueños del partido. Poco ponían los alavesistas de su parte; sólo los defectos que vienen arrastrando esta temporada: debilidad defensiva, poca verticalidad y menos pegada arriba. Dutruel evitaba de que los turcos sentenciaran al contragolpe, con un gran Yasim haciéndose dueño del centro del campo, pero Mané hizo una sustitución que cambió el sentido del partido: Cruyff por Téllez. Jordi supo darle a su equipo las ocasiones que necesitaba y el Besiktas se refugió en su área ante las acometidas de Magno e Iván Alonso.

No llegaba el gol del empate; sin embargo, el partido moría, pero llegó el polémico córner que salvaría al Alavés. De él surgió, poderoso, ese gran rematador de cabeza que es Abelardo. Su tanto da esperanzas, aunque pocas, para que el Alavés pueda pasar de ronda.

Mané: "Merecimos más, por casta"

"Por casta y orgullo merecimos más, aunque al final el resultado es justo por las ocasiones. La eliminatoria se decidir allí".

Lucescu: "Nunca vi un árbitro igual"

"El árbitro les ha metido en el partido, si no, habríamos ganado. Nunca había visto una cosa así. No hay nada decidido".