Camacho se borró del palco, por las dudas

José Antonio Camacho pensaba estar ayer en Montjuïc, adelantando un día su visita a Barcelona. Hoy lunes estará con sus amigos de la Escola Brafa y en el programa de TV3 L’Entorn, que sustenta el oficialismo azulgrana, pero que puestos a ganar audiencia inició la temporada con Florentino Pérez y se pone ahora en manos de un símbolo del madridismo, como José Antonio Camacho. El de Cieza no apareció por Can Perico finalmente. Decidió que mejor se quedaba en casa con la que estaba cayendo en el Espanyol. Hace unos días, el Consejo que preside Sánchez Llibre quiso tantearle. Pero con Camacho las cartas están marcadas: ya dijo en AS, cuando el Mundial, que si volvía al Espanyol sería porque se lo pidiera José Manuel Lara, primer accionista del club, jefe de Editorial Planeta, que se retiró de la primera línea blanquiazul hace tres años, cuando fue increpado por un sector de la afición.

En el palco hubo sobre todo nervios durante el primer tiempo, del lado local, y esperanza en el visitante. Raúl Molina heló la sangre de los onubenses cuando no acertó a ganar su mano a mano con Argensó. Después Roger llevó a los blanquiazules al paraíso.

De momento y esperan que sea para toda la temporada, la apuesta españolista es Ramón Moya, hasta ahora entrenador del filial. Quedan aparcados los delirios clementistas de los amigos que el vasco tiene en el club y que rápidamente postularon su nombre como recambio de Juande, que se desligará del Espanyol mañana.