Feliz en la tierruca

Estaba cantado. Munitis le iba a meter el dedo en el ojo al Madrid. Él nunca ha tenido culpa de nada. Ni cuando Sanz le utilizó para intentar ganar unas elecciones, ni cuando Del Bosque le castigó con el banquillo y mucho menos cuando el sábado apuntilló al Madrid. ¿Demorará el primer pago de la ficha Valdano? No creo. Al fin y al cabo los 300 millones de pesetas que le van a pagar deberían doler menos que las bajas de Figo y Raúl, empeñados en engordar su historial como internacionales a costa de su salud. Eso si que tiene guasa. Para acabar con Munitis, le recomendaríamos que no abandone nunca Santander. Seguirá enfadado con el mundo, pero menos.

Nunca he creído en el mal fario, ni en gafes, ni en meigas buenas y malas. Pero rachas como las del Deportivo te hacen dudar. Fichan un central por un dineral y se les lesiona en pretemporada. Rompen a jugar bajo la batuta del mejor Valerón conocido y el canario acaba en el hospital con un hueso roto. Anécdotas si lo comparamos con el drama de Molina. Tanto infortunio, casual, acaba minando la moral de cualquiera. Desconozco si la reconocida fe cristiana de Irureta ayudará a pasar el trance pero, desde luego, estamos ante la gran prueba de un equipo que creció desde la humildad y lleva meses sobresaltado.