Lección de Dujsebaev que amenaza con irse

La Comisión Antiviolencia debe andar metida en tantos líos que ha perdido la perspectiva. El de ayer fue un partido de alto riesgo que no pasó de un encuentro con ambiente, con pitadas no más allá de lo admisible a Dujsebaev, y con buen rollito entre las aficiones, que acabaron aplaudiéndose la una a la otra. Lo positivo de Antiviolencia es que mandó al Alcobendas a jugar a una pista acorde con la de un club que aspira algún día a ser alguien en la Asobal.

El encuentro, marcado por la polémica del balonazo de Dujsebaev que conmocionó a Israel, no tuvo historia. Toda la presión de la semana motivó al cerebro del Ciudad Real, que cumplió otro partido magistral para darle a su equipo un triunfo cómodo. El que acusó la semana fue el cuadro alcobendense, incapaz de imponerse en defensa; ni un mal roce, medrosa, como si fuese ella la que estuviese en el punto de mira.

Dujsebaev protagonizó el partido antes, durante y después, porque al final del choque fue rotundo: "Me retratan como si fuera el hermano malo de Bin Laden. Están queriendo acabar con una carrera de 20 años por un mal minuto. Me han puesto en el disparadero con insultos racistas cuando yo soy tan español como cualquiera, pero si los españoles no me quieren hago las maletas y me marcho. En mis seis años que llevo en la Selección hemos ganado cinco medallas, pero ahora mismo pienso que ha llegado mi hora de dejarla". Por suerte, Dujsebaev se arrepentirá, como del golpe a Israel, y seguirá en la Selección.