El C.H. Madrid reacciona

Hockey Hielo / SuperLiga | C. H. Madrid 3-C .G. Puigcerdá 1

El C.H. Madrid reacciona

La victoria de los madrileños les permire compartir el liderato con el Barcelona.

Había dudas en cuanto a como reaccionarían los madrileños en su encuentro frente al Glub Gel Puigcerdá, después de que el C.H. Jaca le devolviera a la realidad la semana pasada, imponiéndose por un claro 6-3.

Bien es cierto que durante el primer periodo, la incertidumbre seguía presidiendo un tercio que se hizo eterno debido en buena medida, a los continuos parones con que el árbitro venía cortando de manera innecesaria el encuentro. A los dos equipo les costó encontrar el ritmo y fluidez necesarios para que la acción fuera vistosa. Los 20 primeros minutos fueron claramente dominados por los dos guardametas: Muriel por parte de los locales y Levesque por los ceretanos.

Los 350 espectadores que se dieron cita en el Planetocio de Villalba, tuvieron que esperar al segundo parcial para ver el primer gol. Éste llegó gracias a una buena jugada de Ernesto González, que terminó culminando Roman Kala. Los de la Cerdanya intentaron buscar con más ahínco el marco de Muriel, pero el madrileño volvió a demostrar el gran momento de juego que atraviesa, con paradas de auténtico mérito. También es verdad que la defensa local, a pesar de la baja de Ferragut, se mostró más contundente y con menos contemplaciones delante de su marco que en anteriores partidos. En éste sentido justo es reconocer que Minguela, Angulo y Paz jugaron su mejor partido desde que los "refundados" juegan en Villalba.

El segundo tanto local no tardaría en llegar y fue, como no, Ernesto "La Roca" González el encargado de batir a Levesque, después de recibir un formidable pase de Juan Izquierdo, quien volvió a demostrar la clarividencia de la que goza a la hora de jugar para sus compañeros.

La sentencia

El 3-0 fue obra del capitán, el incombustible Jorge Calvo "Poppy", que aprovechó una de esas arrancadas a las que nos está acostumbrando Martin Kala. Curioso caso el de este jugador checo. Formidable en la conducción de pastilla desde posiciones retrasadas, posee un gran cambio de ritmo que en ocasiones deja en evidencia a los contrarios que intentan perseguirle, pero que detrás de su línea de 18 metros evidencia algunas deficiencias en su colocación defensiva que llaman poderosamente la atención a quien esto escribe. Basta con observar por donde se sitúa en el momento de los saques y cuando el equipo quiere efectuar una salida de zona.

El único tanto visitante llegó gracias a un "golpeo" de Iñaki Salegui sobre el guante derecho de Pablo Muriel, una vez éste tenía retenida la pastilla. El arbitro –Robert Susic-, hizo oídos sordos a las vehementes protestas de los locales.

A propósito del colegiado, no es costumbre de este cronista entrar a juzgar la labor del estamento arbitral en un deporte tan minoritario como éste en nuestro país. Algunos pensarán, que bastante afortunados somos de poder contar con algunos hombres que se presten a ello, independientemente de las polémicas que tengan a la hora de establecer sus emolumentos con la RFEDI. Ahí, los jugadores si que no tienen culpa de nada y aquel que agarra un silbato para impartir justicia en un encuentro de hockey hielo, lo hace sabiendo cual es la situación del hockey hielo en España.

Explicado esto, me gustaría detenerme durante un instante en las formas que tiene de impartir justicia el Sr. Robert Susic.

Son varias las veces que he podido verle "en acción" y el sábado en Villalba volvió a demostrar que tiene la increíble habilidad de desquiciar con sus señalizaciones a los dos equipos. Hubo momentos en que los castigos impartidos llegaban al surrealismo del mejor Buñuel. Es de los arbitros cuya soberbia es incapaz de aceptar el diálogo bajo ningún concepto y es muy dado a meter al más pintado durante 10 minutos en el "congelador" por protestar, a la vez que pasa por alto o castiga con dos minutos una carga por la espalda que a punto esta de costar una seria lesión. Su criterio brilla por su ausencia. Por no hablar de su eterno conflicto con el silbato.

Pésima actuación arbitral

Hasta cuatro ocasiones hubo en las que se le vio pedir disculpas a los jugadores por culpa de su impaciencia a la hora de detener el juego. En fin, la actuación de Susic fue realmente desafortunada. No tuvo influencia en el resultado final, pero dio toda una lección de cómo un árbitro intenta robarles protagonismo a lo más importante que tiene este juego: los jugadores.

Por favor señores colegiados, entiendan de una vez y por todas que los actores principales de este deporte y en éste caso, de esta liga -la española-, son los chavales que se calzan las cuchillas y saltan a las heladas pistas todos los sábados. Son ellos a los que vamos a ver. Por favor protéjanlos, hagan cumplir las reglas sobre el hielo, pero en ningún caso quieran acaparar un protagonismo que no les corresponde.