Planeta Océano

Planeta Océano

El escritor Arthur C. Clarke se asombraba de que llamásemos Tierra a nuestro planeta. Le parecía mucho más lógico que le denominásemos Océano. Desde la Luna, nuestro planeta parece una enorme esfera azul. Tres cuartas partes de su superficie está cubierta por el agua. Nosotros mismos somos agua en un tanto por ciento abrumador. Según la ciencia, nuestros más remotos ancestros salieron de las aguas para conquistar la tierra. Y sin embargo, el límite de nuestra especie son las aguas. Son las regiones sumergidas las que más desconocemos. Sin duda, uno de los territorios de aventura de este siglo se encontrará en las profundidades. Abrir la mente del hombre a ese conocimiento es la penúltima de las aventuras pendientes. Una tarea en la que, espero, podamos participar el equipo de Al Filo de lo Imposible.

Una fascinante aventura en la que habrá que desplegar todas las energías físicas y mentales. Es el afán por ampliar nuestros conocimientos lo único que calma la curiosidad del hombre y mantiene vivo nuestro espíritu. No es casual que estemos dando forma a dos aventuras que tienen que ver con estas últimas fronteras: los espacios inundados y la gran travesía de la Antártida. Ya les hablaré, pues las cosas no salen de la nada y llevamos tres años trabajando en hacer posible lo que puede ser la aventura polar más importante de todos los tiempos.

Lo que nos espera de inmediato es el mundo acuático, fascinante pero también temible; tan hostil para nosotros como lo puede ser el espacio exterior. El sábado murió Audrey Mestre en el intento de batir el récord de apnea, que ostenta su marido, el cubano Pipín Ferreras, con 162 metros. Algo ocurrió cuando descendía hacia esa profundidad aguantando la respiración. Y cualquier mínimo error o problema allá abajo se paga siempre muy caro. Este buceo requiere de una enorme preparación y control sobre el propio cuerpo. Unas características que comparten de una u otra forma todos los que se adentran en las profundidades sumergidas allá donde se encuentren.

Dentro de unos días comenzaremos un rodaje muy especial para todos nosotros, porque hace más de diez años que nos ronda la cabeza. Su protagonista será Carmen Portilla, compañera del programa y especialista en la exploración de cuevas inundadas. Y el objetivo es la Fuentona de Muriel, una cavidad que ella y sus compañeros llevan todos esos años explorando. Metro a metro, temporada a temporada, han ido robándole al misterio sus secretos. El espeleobuceo entraña un enorme riesgo por cuanto dependen de un equipo muy sofisticado y frágil mientras se adentran en lugares que nadie ha visto antes. Pero sin duda, es precisamente esa oportunidad de conocer lo ignoto, de adentrarse donde jamás estuvo un ser humano. De vivir la aventura de la forma más intensa.