Dubai recibe al equipo con sofocos

Primera | Espanyol

Dubai recibe al equipo con sofocos

Dubai recibe al equipo con sofocos

jordi alemany

Treinta grados a medianoche y arena en el aire recibieron a la expedición blanquiazul.

El Espanyol se ha metido en la caldera del infierno, o más aún, en el desierto más caluroso de cuantos existen en el mundo: el de Dubai. La segunda ciudad más importante de los Emiratos Árabes Unidos (Abu Dahbi es la capital) recibió anoche al Espanyol en plena madrugada canicular y con más de treinta grados, casi pasada la medianoche. Pero lo peor no es la temperatura, sino la sensación de agobio, de ahogo y de bruma espesa en el ambiente, debido a la humedad y a la arena del desierto que, movida por el escaso viento, flota en el aire sin desmayo.

Condiciones climáticas aparte, Dubai es un ejemplo de modernidad, de lujo y de predisposición para el turismo. Uno mira a su alrededor y sólo ve grandes hoteles que se elevan por encima de la maldita bruma y grandes centros comerciales con más oferta que en cualquier gran ciudad occidental. ¿Y dónde viven los que trabajan? Pues de costado, alejados de la imagen pública de un país que se jacta de ser uno de los más ricos del mundo y que, según cuentan, podría vivir "cien años gracias a las reservas de petróleo que ya tiene acumuladas".

Juande Ramos y su troupe tendrán hoy toda la mañana para conocer un poco de un país que les ha acogido con el respeto que aquí le tienen a todo extranjero —dinero llama a dinero—, pero también con esa dosis de anonimato que tan bien le puede venir al equipo.

"Hablar, hablar y hablar", es lo que deseaba para esta gira el portero Alfredo Argensó. El calor y las horas muertas invitan a sentarse en el lobby del hotel Metropolitan para limar las asperezas del vestuario, si es que las hay, y conjurarse para el decisivo envite del próximo encuentro liguero ante el Recreativo de Huelva, en Montjuïc.

Por la tarde (16:30 local, dos y media en Barcelona) la expedición se enfrentará a su primera prueba de fuego con la canícula. Realizará una sesión de entrenamiento para desentumecer los músculos tras el ajetreo de los aviones, y así centrarse en la preparación del partido de mañana (19:30 en Dubai, 17:30, hora española) que le medirá al conjunto del Al Wasl. Dos días más tarde, el martes, los jugadores se tendrán que batir de nuevo en el campo, esta vez ante el Al Jazira y a la misma hora.

Pero no importa. Esta exótica tournée se ha diseñado para ingresar unos cuantos euros en la bolsa y no se ha cancelado por el convencimiento aparente que tienen todos en que el vestuario volverá de Dubai hecho un auténtico remanso de paz.

Colosos en el desierto

Un paseo por las calles de Dubai ofrece enseguida un espectáculo casi futurista al visitante. Edificios ultramodernos se erigen entre palmeras, en una imagen incomparable.