Woods se posiciona en pleno vendaval

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Woods se posiciona en pleno vendaval

Woods se posiciona en pleno vendaval

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Era quinto a tres del líder. García y Olazábal andaban muy perdidos

Después de la tormenta no llegó la calma al campo de Hazeltine en Minnesota. Los rayos y la lluvia se fueron para dejarle el protagonismo al viento, el factor climatológico que más incomoda a los golfistas.

El vendaval acabó de desmontar el juego de Sergio García y José María Olazábal. Ambos habían pasado el corte por los pelos tras la finalización de la segunda jornada. Ya en pleno sábado, los españoles empezaron a encadenar bogeys —agua incluida para Olazábal— y desaparecieron de cualquier interés clasificatorio y, sobre todo, televisivo. Se acabó la aventura de los Grand Slam del 2002 para ellos. Al cierre de esta edición, García estaba con +7 y Olazábal con +8 y todavía les faltaba un buen trecho de sufrimiento por pasar.

En la zona noble de la tabla seguían luchando los mismos que venían indicando, por los resultados del viernes, que su forma era idónea. Uno de ellos, el estadounidense Rich Beem, mantenía la cabeza con siete bajo par antes de finalizar sus primeros nueve hoyos. Beem aguantaba pese al viento. Es de esos jugadores que no destaca por nada pero que tampoco hace nada mal. Sin embargo, el vértigo de estar arriba le puede pasar factura.

Los habituales Leonard y Calcavecchia seguían al acecho sólo un golpe por detrás. No obstante, el depredador Tiger Woods merodeaba por el quinto lugar a tres de Beem (al par del día en su hoyo 9). Woods estaba en su salsa. El viento le obligó a pegar golpes a ras de suelo, de los que quitan el hipo. Iba de lado a lado, de búnker a búnker, pero salvando los pares con los putts.

Tiger huele a campeón. De hacerlo lograría un American Slam: ganar los tres Grandes en EEUU.