El presidente Sánchez Llibre tiene ante sí una inesperada patata caliente: el divorcio total entre el entrenador Juande Ramos y el responsable de la cantera, José Manuel Casanova, el hombre considerado por todos como la llave maestra de la exitosísima política de cantera desarrollada por el club estos últimos años.

Jugadores como Capdevila, Sergio, De Lucas, Tamudo, Morales, Argensó, Lopo, Soldevilla son "hijos de Casanova", que no acepta el recorte de competencias que ha decido imponerle Juande. En una reunión celebrada el pasado lunes, a la que acudieron los dos protagonistas, Ramon Moya (entrenador del B) y Ramon París (asesor de fichajes), Juande le dijo a Casanova que el equipo B quedaba bajo su tutela y que él se ocuparía en adelante del juvenil A para abajo.

La entrevista a Casanova publicada ayer en AS en la que el protagonista decía que "algo muy gordo había pasado con él" desató toda la polémica. Sin embargo, la historia viene de lejos.

Tras el final de la pasada campaña, en el plazo que transcurrió entre el adiós de Flores y la llegada de Juande, Casanova y Dani se reunieron en Vilassar. El responsable del fútbol base le expuso que tanto él como Tintín Márquez se veían capacitados para entrenar al primer equipo. Sánchez Llibre dudó, pero quién acabó de convencerle de que no era una buena opción fue Ramon Paris, el hombre clave en el divorcio Juande-Casanova. Paris es muy amigo de Juande y muy relacionado con el vicepresidente Ramon Condal, de quien fue socio en una ya desaparecida agencia de representación de jugadores. Paris le dijo a Dani: "¿Qué pasará con Casanova si no funciona con el primer equipo?". Ante la disyuntiva de poder perder a un símbolo de las nuevas generaciones de futbolistas pericos, decidió no dar el paso definitivo.

Herida

La herida le duele a Casanova cuando piensa que todo el trabajo realizado en los últimos años se puede ir al traste por una opción tomada por el club: darle todo el apoyo a Juande Ramos. El técnico manchego no ha engañado a nadie. Ya en el día de su presentación, Ramos admitió sin pudor que "cantera no vale si no es de calidad" y aseguró que había jugadores que no le iban a servir.