El body seduce a la Selección femenina

La decisión está tomada. Las chicas de la Selección española de baloncesto jugarán el Mundial de China a partir del 14 de septiembre vestidas con unos seductores y femeninos bodys, dejando atrás la indumentaria anterior de corte masculino, tipo NBA.

Y la estrenan precisamente mañana, con la ausencia de la televisión, ante Canadá en el primero de los tres partidos del Torneo de Villagarcía (Pontevedra).

Renovarse o morir es la frase que parece haber asumido el baloncesto femenino español, que, en el mejor de los casos, a duras penas congrega a 1.500 espectadores en un partido de la final de su liga regular. La federación y, en particular, su seleccionador Vicente Rodríguez, venían insistiendo en el cambio desde que durante el pasado Mundial, Brasil, Alemania y Australia sorprendieran con los insinuantes bodys.

Las chicas también venían pidiendo de alguna manera el cambio. Aunque todas se venían quejando de que jugaban con equipaciones que les venían grandes, el body ha sido hasta hace bien poco sinónimo de polémica. Por miedos, por complejos, por suspicacias de corte sexista...

La federación, aprovechando la reciente firma con Austral y el interés de la marca deportiva de participar en el diseño y la confección de la nueva prenda, decidió volver a retomar el pulso al body.

A finales de mayo, coincidiendo con la concentración de la Selección en Cádiz, Austral les presentó a las chicas la novedosa equipación. Y a todas les gustó. El seleccionador está muy satisfecho: "Ha sido un éxito total porque a todas les queda bien. A las que tienen buen cuerpo, les realza más y a las que son corpulentas, les estiliza".

Estas últimas siempre han sido las más reacias al cambio. Betty Cebrián (1,96 metros) detalla los motivos: "Entiendo que a las que pesan más, tienen mucha cadera o mucho pecho les moleste jugar con una prenda tan ajustada y que la gente vea cómo se les van moviendo las carnes. Pero el problema se ha solucionado utilizando colores oscuros y tejidos tipo faja que estilizan el cuerpo".

Sorpresa desagradable

Las detractoras más convencidas como Amaya Valdemoro o Marina Ferragut, ausentes de la concentración de Cádiz por encontrarse en la NBA, se han llevado una no muy agradable sorpresa al llegar a la concentración de agosto.

"El body no me gusta, me siento como desnuda", aseguraba Valdemoro hace un par de meses; ahora, después de enfundarse la nueva equipación, sigue siendo contraria, pero menos: "No he podido elegir, aunque reconozco que el body no es tan incómodo".

Algunas como Marta Zurro han acabado cediendo al deseo de la mayoría. A Marta le daba miedo convertirse en una mujer objeto: "En la ciudad donde vivo, Burgos, hay gente que va al voleibol femenino sólo para verles el culito a las chicas. Y esto no me gusta".

Por el contrario, a Nieves Anula nunca le asustó el posible trasfondo sexista del cambio: "A mí el body me gusta y me resulta más cómodo. Y ¿miedo a convertirme en objeto sexual? Si así logramos que venga a vernos más gente, yo soy todo lo objeto sexual que tú quieras".