Reina, por decir algo

Era la jornada reina, un día con puertos míticos como el Galibier, pero al final fue tan decepcionante que la llamamos reina por decir algo. Y lo siento más sobre todo porque echo de menos a los escaladores españoles que han hecho historia en el Tour, los Bahamontes, Julito Jiménez... Si hoy no lo arreglamos nos iremos de esta edición sin hacer algo grande en la montaña.

D e ayer sólo nos quedó la gran lucha de Banesto y ONCE por el liderato de la clasificación por equipos. Sin embargo, el bagaje es escaso y malo para el ciclismo. La otra lectura es que el líder se muestra humano. Dejó ganar a Boogerd y ser segundo a Sastre. Pero para aprovecharlo hay que atacar desde lejos y ser valientes. Beloki no debe hacerlo porque tiene que conservar su podio y marcar a Rumsas. En los demás no hay fuerzas y nadie ataca. El Tour está finiquitado.

Este año Armstrong corre sin enemigos a su altura. El único que podría hacerle frente, Ullrich, no está, y eso se nota. A los demás siempre los ha dominado. Es su año más cómodo. Se fue Óscar Sevilla, una buena decisión. Un corredor así no puede malgastar fuerzas en las últimas etapas para no hacer nada si tiene un problema de salud. El objetivo es recuperarle para la Vuelta a España. Con descanso llegará bien. Creo que le pesa el esfuerzo de 2001.