Igor por fin se relajó

Por fin llegó ayer el primer día de descanso en el Tour de 2002. Una jornada que todos los corredores venían pidiendo a gritos y que, sin duda, vivieron de forma muy diferente los dos hombres más observados del pelotón. Para el actual líder, Igor González de Galdeano, por fin llegaba un día para disfrutar de su bien ganado maillot amarillo y para olvidarse de la presión vivida estos últimos días en la carrera. El corredor del equipo ONCE se habrá beneficiado sin duda de esta relajación.

El otro hombre observado con lupa, Lance Armstrong, habrá tenido tiempo ayer para reflexionar sobre lo ocurrido. Sin duda, el hecho de ver que ya no es el de años anteriores, le habrá pesado. Y lo mejor de todo es que acude a las etapas de los Pirineos con cierta preocupación, algo que no ocurría antes cuando el americano no escatimaba en alardes de superioridad.

Las fuerzas que pudieron recuperar ayer los nuestros les vendrán muy bien para la alta montaña. Porque el jueves llega de verdad su hora. Estoy seguro de que los Pirineos van a ser de los españoles. Si en la primera parte de este Tour, que a priori no era nuestro territorio, dominamos, ahora con más motivos. No en vano, disponemos de los mejores escaladores. Sevilla, Beloki, Mancebo, Osa... Tenemos artillería de sobra y la vamos a aprovechar. Estoy seguro de ello.