Jornada redonda

La ONCE cumplió el objetivo que se había marcado. No ganar ayer habría sido un fracaso porque era el equipo más fuerte junto al de Armstrong. En los últimos tres años ya ha ganado dos veces la contrarreloj por equipos y el año que no lo hizo, el pasado, quedó segundo. No es una sorpresa, pero no deja de alegrarnos. Más no se le puede pedir a este equipo y, encima, en esta ocasión su victoria ha servido para que Galdeano se vista de amarillo. Fue una jornada redonda para el ciclismo español.

Yfue redonda porque no sólo la ONCE nos dio la alegría. Banesto y Kelme perdieron muy poco tiempo en una especialidad en la que hace algunos años salíamos a no perder más de cinco minutos. Y no hablo de hace tanto tiempo. Cuando Indurain ganaba sus tours perdía ventaja en la crono por equipos. Este buen momento no se reduce a un sólo día porque en una semana llevamos dos victorias de etapa y un maillot amarillo. Somos una potencia mundial en todos los campos, no sólo en la montaña.

Saber cuánto le va a durar el amarillo a Galdeano es una lotería. Manolo Saiz no se tiene que cebar en defenderlo y necesita que le ayuden a controlar la carrera los equipos de los esprinters. La ONCE sola no puede hacerlo. Ya lo intentó hace dos años con Jalabert, que también cogió el amarillo en la crono por equipos, y reventó a sus ciclistas.