Lo bueno no es caro

Ayer me pudo la emoción. Cuando vi a Óscar Freire a 300 metros, bien colocado a la rueda de McEwen, no pude reprimirme y pegué un puñetazo en la mesa al tiempo que gritaba en los micrófonos de la SER: "Va a a ganar, Freire va a ganar". No me equivoqué con el pronóstico, pero me ha salido un gran moratón en el dedo pulgar de la mano derecha y, de momento, no lo puedo doblar. Pero lo doy por bueno con tal de haber visto el primer triunfo español. A poco que nos respete la suerte tenemos que arrollar en este Tour. Contamos con el mejor sprinter, los mejores escaladores y buenos contrarrelojistas. Salvo a Armstrong, lo tenemos todo.

Yo confío en que este no sea el único triunfo de Freire. Venía con la moral baja porque creía que no estaba bien, pero este triunfo le tiene que dar alas. Si le preparan el sprint, como hoy ha hecho perfectamente Horrillo, Óscar no tiene por qué temer ni a Zabel, ni a McEwen ni a nadie. Espero que esto convenza al director del Mapei de que es el hombre a apoyar en las llegadas y no Steels.

Ytambién Freire debe recapacitar. Aunque gane menos dinero, le conviene irse a un equipo con españoles, con gente que le apoye a muerte. Y esto también vale para los grupos nacionales. Lo bueno nunca es caro. Y Freire no lo es si se valora su rendimiento.