George Bush, presidente de Estados Unidos, une a su condición de hombre más poderoso del mundo la de récordman mundial virtual de los 4.000 metros. Y José María Aznar añade a su presidencia española (y hasta hace poco europea) la plusmarca mundial de 10.000. Muy por detrás de ellos queda Haile Gebrselassie. Y, por supuesto, todos los demás atletas de élite.
Así se desprende de las declaraciones, se supone que en broma, del máximo dignatario español en la presentación de un libro de su preparador físico, Bernardino Lombao.
Comentando la escena en la que él y Bush aparecían con los pies encima de la mesa en la reunión de los países más poderosos de la Tierra, Aznar dijo que el norteamericano había asegurado que corría cuatro kilómetros en seis minutos y 45 segundos, a lo que el presidente español respondió que él hacía diez kilómetros en cinco minutos y 20 segundos.
Excepcionales marcas, si se tiene en cuenta que el récord mundial del etíope Haile Gebrselassie en los diez kilómetros es de 26 minutos, 22 segundos y 75 centésimas. Es decir, que Aznar ganaría al mejor fondista de todos los tiempos por 21 minutos de diferencia.
Lo de Bush es más modesto: si él hace cuatro kilómetros en 6:45, Gebreselassie necesitó 10:12.1 en su camino hacia el récord de 5.000 metros.
"Al presidente le gusta sufrir"
José María Aznar, presidente del Gobierno español, presentó ayer el libro Entrenar el cuerpo, mejorar la vida, editado por Santillana y escrito por Bernardino Lombao, su entrenador personal en los últimos cinco años. "Al presidente le gusta sufrir en los entrenamientos", ha dicho Lombao, que presenta en Televisión Española un programa de divulgación deportiva. Aznar no tuvo más remedio que sonreír cuando Lombao aseguró que el entrenamiento presidencial era "de competición". Aznar corre habitualmente en los jardines de La Moncloa y practica el squash.
