¡Que coisa mais linda!

Mundial 2002 | Brasil

¡Que coisa mais linda!

¡Que coisa mais linda!

reuters

La selección brasileña volvió a casa y fue recibida por 300.000 personas en Brasilia, primera escala de la fiesta que siguió en Río y Sao Paulo.

Dice Antonio Carlos Jobim en su inolvidable Garota de Ipanema: "Olha que coisa mais linda / mais cheia de graça". Y sigue: "Que vem e que passa / no doce balanço a caminho do mar". Y acaba: "Ah, se ela soubesse que quando ela passa / o mundo inteirinho se enche de graça". La Copa del Mundo ya está en casa. Llegó a Brasilia a las 9:46. Es la cosa más linda, se fue camino del mar (Río de Janeiro) y cuando ella pasa, el mundo entero se llena de gracia. Y tiene el "corpo dourado", como la muchacha de la canción.

El pentacampeonato es la mejor música para el hincha brasileño, que ayer se echó a la calle para recibir a los héroes de Yokohama. A las 7:29, el avión que transportaba a la canarinha entraba en el espacio aéreo brasileño. Desde entonces fue escoltado por cuatro cazas Mirage de las Fuerzas Aéreas. Minutos después, los aficionados comenzaban a concentrarse en la Praça dos Tres Poderes. A las 9:46, el avión tomaba tierra. Cafú y Scolari asomaban por las ventanillas del avión portando una bandera brasileña. Y empezaba el delirio en las calles de Brasilia. A esa hora, más de 50.000 aficionados ya estaban en la Praça dos Tres Poderes. Y subiendo... A las 10:47, los internacionales tomaron el camión que les trasladó hasta el Palacio de Planalto, el mismo camión que transportó a los campeones del mundo del 70 y el 94.

El trío eléctrico, como bautizaron al vehículo, inició entonces una caravana que se prolongó durante cuatro horas, para agonía de quienes aguardaban bajo un calor insoportable. A las 14:51, el viaje finalizó. "Era impensable una fiesta así. Esto es amor y cariño. Brasil siempre será el mejor país del mundo", decía Roberto Carlos, mientras a Ronaldinho las lágrimas no le dejaban hablar. Minutos después, Fernando Henrique Cardoso, Cafú y Scolari levantaban la Copa y desataban la locura de los más de 300.000 aficionados que hicieron del centro de Brasilia un inmenso Carnaval. Himno, medallas de Mérito y baile en la rampa del Palacio. A las 15:38, la selección tomó rumbo al avión que les llevaría a Río de Janeiro y Sao Paulo. Un avión en cuyo escudo de la CBF se insertó una quinta estrella en honor al nuevo Mundial.

Mensaje de bienvenida de uno de los pilotos desde un caza

"El ministro de Defensa y las Fuerzas Armadas Brasileñas se sienten orgullosos de recibir en nuestra patria a los valientes que, superando todas las dificultades y a todos los adversarios, conquistaron para nuestro pueblo el tan preciado pentacampeonato. Gracias a ustedes, señores, el mundo ha reconocido una vez más el talento, la determinación, la competencia y el carácter del pueblo brasileño. Para las Fuerzas Aéreas, en particular, es un privilegio escoltarles y llevarles a tierra brasileña.

¡Sean bienvenidos, pentacampeones!"