En la noche de vino y rosas del Brasil pentacampeón, una frase que puede desencadenar el monzón del verano en España e Italia: "Si el Madrid me quiere, que llame". Es de Ronaldo. Calentita. Acompañado de esta: "Roberto Carlos no para de hablarme del Real". Y de esta otra: "Yo pertenezco al Inter, deberíamos hablar los tres si el Madrid se decide a pujar por mí". Ronaldo, el Samurai del gol, en Japón, el mejor lugar del mundo para robarle una frase a Alfredo Di Stéfano y decir aquello de "excepto Ronaldo, todos somos japoneses".

La posibilidad de que el nuevo rey vista de blanco ha sido el gran asunto de este Mundial que se fue sin un traspaso sonado, sin una gran noticia de lo que los italianos llaman ‘mercato’. La crisis atosiga a la mayoría de clubes europeos, pero el Madrid es una excepción. Para un crack, Florentino siempre tiene una solución económica y plantearle al Inter una conversación seria por Ronaldo es algo que está actualmente sólo al alcance de los blancos y del Manchester United. Los demás clubes están muy lejos en cuanto a posibilidades económicas.

En el entorno de Ronaldo saben que el presidente del Real Madrid ha conseguido todo lo que se ha propuesto hasta ahora en la mesa de negociaciones. Y que está por el jugador de la misma manera que Jorge Valdano, su director deportivo, se muestra reticente. "Pero el dinero lo tiene el presidente", comentó una persona de ese entorno personal del brasileño.

La sensación, a la hora de dejar Japón y echar el cerrojo al Mundial, es que el asunto Ronaldo-Real Madrid no ha hecho más que empezar. Se trata, en fin, se averiguar si Ronaldo es de esos jugadores que, dice Florentino, nacieron para jugar en Chamartín. Como Figo y Zidane.

Rivaldo: "Formarían un equipo alucinante"

Rivaldo ha sido el otro resucitado en el Brasil campeón. Preguntado por un Ronaldo blanco, fue sincero: "Sería un equipo alucinante, con él, Zidane, Raúl, Roberto Carlos, Figo...". Un Madrid sólo comparable al de Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento, que asusta al Rivaldo culé, cuyo tiempo en el Camp Nou se agota: el 30 de junio de 2003 será libre. Por eso le dijo a Van Gaal que este próximo año jugará "hasta de portero si quieren". Y luego se irá. Rivaldo le mandó un recado a la afición azulgrana: "Me valorará cuando me vaya; sólo entonces me echará a faltar".