No hizo los deberes
Que no busque excusas. Antonio Jesús López Nieto ya está comiendo pescaíto en su tierra porque enloqueció de mala manera en el Alemania-Camerún y no tuvo la templanza que se le supone a un veterano que tiene ya la tarjeta de prejubilación. No es éste un Mundial para árbitros arrogantes, ni para tarjeteros.
No se lleva lo de poner cara de enfadado, fruncir el ceño y mostrar la autoridad a golpe de tarjetas. Por eso han adelantado su billete de vuelta cuando de verdad ha empezado lo decisivo. No hay más secretos. Y me duele, por español y por defensor de López Nieto. Pero hay causas perdidas y una de ellas es su debut en el Mundial. La pifió y lo paga.
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Tal bofetada hará reflexionar a Ángel María Villar, que ejerce como portavoz en los foros internacionales de las presuntas virtudes de nuestros trencillas. Craso error. En Corea y Japón he visto árbitros africanos o asiáticos que han dado un buen repasito a los de nuestro continente, que se les supone curtidos en mil batallas. Más mesurados, menos tarjeteros. Más ecuánimes, menos políticos.
Tenemos que dejar de mirarnos al ombligo, ser más humildes. Sobre todo en un apartado donde seguimos con vicios del pasado difíciles de corregir si los que mandan confunden el apoyo con el proteccionismo absurdo. En definitiva, más humanos y menos arrogantes. Haría bien López Nieto en repasar el vídeo de su actuación. Seguro que los fantasmas que busca los encuentra ahí. No es de recibo que supere el récord de tarjetas en un Mundial.
