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Octavos de final | Dinamarca 0 - Inglaterra 3

Se dibuja un Inglaterra-Brasil

Los de Eriksson sentenciaron en 44 minutos a Dinamarca y se cruzarán en cuartos con la canarinha si ésta vence a Bélgica

Actualizado a
<B>ABRIÓ EL CAMINO</B>. Ferdinand remató y Sorensen se metió el balón en su propia portería. Era el primer gol y Río, Owen y Sinclair lo celebraron por todo lo alto.
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Ya está en cuartos. Inglaterra no falló ante Dinamarca y sumó un nuevo triunfo por la vía del K.O. Sin gran fútbol, pero con pegada. Ahora, los ojos de Eriksson están puestos en Shizuoka, el viernes, con Brasil (si gana a Bélgica) como glamouroso rival. Sería un buen regalo de un Mundial que ayer, en su primer capítulo de octavos, cerró el grifo de las sorpresas.

El duelo con Brasil gusta a todos. Es un pulso entre dos históricos que, sin embargo, se han esquivado en las fases finales. Se han visto las caras tres veces y en su último enfrentamiento Brasil se llevó el triunfo con gol de Jairzinho. Fue el Mundial que terminaría conquistando la fantástica canarinha dirigida por Zagallo. Era 1970. De los 11 hombres que ayer alineó Eriksson, sólo había nacido Seaman. Él es el abuelete de un equipo muy joven que ayer resolvió sin apenas despeinarse.

A los cinco minutos, Laursen cedía un córner cuando ningún delantero inglés le acosaba. El guante de Beckham sivió el balón al área y Ferdinand marcó. Bueno, marcó para la FIFA, que da paternidad de los goles según conviene. El cabezazo de Ferdinand iba fuera y fue Sorensen, él solito, quien se metió el balón en su propia portería. Sus manos blanditas fueron, curiosamente, un potente crochet al mentón danés.

Primer gol de Owen. A partir de ahí todo salió mal. Un minuto más tarde, el lateral Helveg se lesionaba y debía ser sustituido por Bögelund. Dinamarca no enloqueció, pero quizá fue ése su gran defecto, porque ni siquiera con 0-3 abandonaron su fútbol rasito y abierto a las bandas. Debe de ser que miraban al banquillo y veían a Michael Laudrup sentado junto a Morten Olsen, sin síntomas de agobio, y se decían: "Si él no recurría al patadón, por qué vamos a hacerlo nosotros".

Pero Dinamarca no tiene un Laudrup y ayer echó en falta un hombre-enganche entre Tomasson y Sand y su fornido doble pivote. Cuando empezaron a encarar a la defensa rival llegó el segundo tanto, con un servicio de Sinclair que Butt tocó al primer toque y Owen transformó en gol. Su estreno en el torneo. Y cuando pisaron el área rival, con una ocasión en la que Sand cruzó en exceso tras driblar a dos defensas, llegó una nueva pifia (Niclas Jensen) que Beckham aprovechó para servir en bandeja a Heskey, quien batió por raso a Sorensen.

Era el minuto 44. Era el carpetazo a la primera parte y la sentencia al partido. La segunda mitad fue un brindis de Eriksson a los suplentes y un descanso para los titulares. Por cierto, Owen fue sustituido por problemas de abductores. Su presencia alegra la vida a Inglaterra. Y ante Brasil (o Bélgica) hará falta mucha alegría.