Los restos mortales de Antonio Leal Graciani, quien fuera jefe de los servicios médicos del Sevilla durante 39 años, fueron incinerados ayer en el crematorio de Bollullos de la Mitación, tras una misa de corpore insepulto celebrada en el hospital sevillano de San Juan de Dios, barrio de Nervión, a escasos metros del estadio Sánchez Pizjuán.
El recuerdo de Antonio Leal Graciani, que atendió a cientos de deportistas y jugadores de fútbol a través de varias mutualidades médicas y en su consulta particular, congregó a la élite del sevillismo en la mismísima mañana del domingo rociero de Pentecostés.
La misa y la despedida del duelo se convirtieron en una manifestación de sentimiento sevillista: el presidente saliente, Roberto Alés, el ex presidente Rafael Carrión, y el inminente presidente, José María del Nido (que abandonó el Rocío a toda prisa), asistieron al servicio fúnebre junto al entrenador, Joaquín Caparrós, a la inmensa mayoría del primer plantel del Sevilla y a antiguos jugadores del club de Nervión: Juan Arza, Carlos Domínguez o Francisco López Alfaro. Leal Graciani falleció el sábado, a los 69 años, tras un último año de grave enfermedad.
Con la vieja guardia del sevillismo ampliamente representada, pudo advertirse la ausencia de representación oficial del Real Betis Balompié: sí asistió al funeral el torero Juan Antonio Ruiz Espartaco, socio verdiblanco: "Le alegraba la vida a todo el mundo. Muchos acudíamos a él con problemas y él nos levantaba el ánimo". También, el doctor Ramón Cansino, ex jefe médico del club de Heliópolis.
"Se ha ido la sonrisa del sevillismo. Mirar a Don Antonio era como mirar al escudo del Sevilla", definió Joaquín Caparrós. Mejor síntesis no cabe. Puede añadirse, quizá, lo que dijo Espartaco: "Es casi imposible encontrar una persona mejor que Antonio Leal Graciani". Del mismo modo que Antonio Leal Graciani sucedió a su padre, Antonio Leal Castaño, como médico del Sevilla, Antonio y César Leal González, hijos de Leal Graciani, toman el testigo de su padre y su abuelo.
A las 20:00 horas de hoy, en el Colegio Portaceli, se celebrará el funeral familiar por Antonio Leal Graciani: "La sonrisa del Sevilla".
"Nunca perdía la sonrisa"
El que fuera presidente del Sevilla, Rafael Carrión, acudió a despedir a Antonio Leal Graciani: "Era amigo de su padre y lo fui de él. Su sevillismo era increíble. Era una persona entrañable. Nunca perdía la sonrisa, salvo cuando perdía el Sevilla. Pero se le pasaba pronto y al día después se encargaba de animarnos a todos. Se ha marchado una gran persona".
