La ventaja de Cipollini

No quiero quitarle ningún mérito a Mario Cipollini, pero parte con un treinta por ciento de posibilidades más que cualquier otro en los sprints. Es bestial la forma en que le trabaja el equipo. Tiene a todos sus compañeros a disposición. Cuando llegan los últimos cinco kilómetros siempre hay al menos tres corredores del Acqua&Sapone que se ponen en cabeza del pelotón tirando a sesenta kilómetros por hora. Y él detrás, sin tenerse que pegar con nadie. A falta de doscientos metros, su distancia ideal, se aparta Lombardi y sale Cipollini como una flecha para ganar. No falla y hay que reconocer que está en forma, pero tiene mucha ventaja sobre los demás.

Amí me parece más meritorio el cuarto puesto que logró ayer Isaac Gálvez. Él si que se ha tenido que pegar para coger una buena posición en el pelotón. Prácticamente ha tenido que hacer dieciséis sprints y arriesgar el físico con una caída, pues le han metido el codo, le han empujado y le han cerrado varias veces.

Cipollini es muy bueno, pero con la ayuda de su equipo la diferencia con los demás es abismal. Este año no le hace nadie sombra, ni Quaranta, ni Hondo, ni Petacchi, ni Strazzer. Aunque la etapa de hoy será probablemente su última oportunidad. Luego llegan etapas menos llanas.