Primeras señales

Los clasicómanos aparecieron en una etapa con sabor a la Lieja-Bastoña-Lieja y nos dejaron las primeras señales. Se vio, por ejemplo, que Francesco Casagrande está en gran forma. Fue quien rompió la carrera y quien más arriesgó. Pero este hombre no tiene suerte. Otra vez se le escapó el triunfo. Pero hay que quedarse con el dato de su buen momento de cara al futuro.

Caso contrario el de Gilberto Simoni. Es el primer favorito, como tal hay que darle al llevar el dorsal número uno, pero se le vio sufrir como un perro en la ascensión a San Nicolás. No es un dato determinante, pues no vimos si se quedó cortado por alguna circunstancia. Habrá que esperar a la etapa del viernes, con llegada en alto, para comprobar su forma. Pero, de momento, no es buena señal.

Muy importante fue la presencia de dos corredores del Kelme, Ángel Vicioso y Santi Pérez, en los momentos cruciales de la etapa. Saltaron los gallos y allí estaban ellos. A Vicioso le faltó ayer la experiencia o la visión que tiene Óscar Freire, se quemó tratando de no perder la rueda de los mejores en San Nicolás y le faltaron fuerzas en el sprint. Santi, por contra, iba sobrado. Este chico tiene muy buena pinta.