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Atletismo | MAPOMA

El agua, la gasolina de los maratonianos

Los médicos recomiendan beber entre dos y tres litros de líquido

<B>FUENTE DE VIDA.</b> El corredor nunca debe tener sensación de sed.
AITOR MARTÍN

Un corredor de maratón pierde durante los 42,195 kilómetros de recorrido alrededor de cinco litros de agua. Esta cantidad aumenta a medida que la temperatura ambiente empieza a superar los 17 grados centígrados.

A falta de cinco días para que se dispute el Maratón de Madrid, con las altas temperaturas que se están registrando en la capital de España, y tras las recientes muertes de dos jóvenes, presuntamente por deshidratación en los maratones de Boston y Hamburgo, se han encendido las luces de alarma.

José Antonio Martín Urrialde, responsable de los servicios médicos de Mapoma desde 1993, asegura que el problema de la deshidratación tiene una solución tan sencilla como beber: "Los corredores tienen que beber antes, durante y después de la prueba, pero sobre todo en carrera. Se recomienda que ingieran entre dos y tres litros de líquido y para ello es imprescindible que no se salten ninguno de los puestos de avituallamiento líquido situados cada cinco kilómetros. Beber les librará de calambres, golpes de calor y otro tipo de trastornos más graves causados por la deshidratación".

El agua es la fuente de la vida. De hecho entre el 70 y el 80% del cuerpo humano está compuesto de este elemento. Pero para un maratoniano el agua puede llegar a ser en los casos más extremos su salvavidas. Sin caer en alarmismos, la deshidratación llevada a sus máximas consecuencias puede producir la muerte.

Sudar para refrigerarse

La sudoración es el sistema de refrigeración que tiene el cuerpo humano y que permite que la temperatura corporal no supere los 36º. Sin agua y sin sudoración, esta temperatura va aumentando de forma peligrosa y órganos vitales como el corazón, el riñón o el hígado empiezan a fallar. "Hay que evitar que el corredor llegue a tener sed, porque entonces puede ser demasiado tarde. A un corredor de maratón le suele costar retirarse pero ante síntomas como calambres, vómitos o aturdimiento deberían retirarse de la prueba", asegura el doctor Martín Urrialde.

Para los corredores que no quieren darse cuenta de su situación, Mapoma tiene repartidos por el recorrido unos 200 profesionales de la medicina. "En cuanto localizamos a uno que va mal, lo anunciamos por radio interna difundiendo su dorsal para que los que estén en los puestos próximos le vigilen de forma especial y así evitar sucesos desagradables en la prueba", concluye el médico de Mapoma.