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Ciclismo | Óscar Sevilla

"Sería horrible que quebrara Kelme"

Óscar Sevilla ha retrasado hasta hoy su debut repitiendo su programa del año pasado. Quiere estar fresco para el Tour y la Vuelta.

Asegura no estar preocupado por los rumores de una posible quiebra de Kelme y trata de centrarse en una campaña crucial para él.

-¿No se ha aburrido tanto tiempo entrenándose mientras los demás competían?

—Pues no. Me gusta y no me cuesta nada entrenarme. Además conté a veces con la compañía de amigos del equipo. Y además, no he tenido problemas físicos y me ha cundido bien. Pero eso sí, vengo con hambre de bici.

—Pues se va a encontrar a la gente muy preparada.

—Ya. Me falta ritmo y fondo y me va a parecer que muchos van en moto. Pero en mi forma de ser no va el pasearse. Me entregaré a fondo para ayudar a los compañeros que luego son los que me echan una mano a mí. Hasta donde llegue, sin reservas.

—¿Para cuándo calcula que se pondrá a tono?

—Hoy, en Amorebieta, y luego en las vueltas a Aragón y a Castilla y León me tocará sufrir. Espero empezar a estar con los de delante en Asturias y a tope en la Dauphiné Liberé, justo antes el Tour.

—¿Le preocupan los rumores sobre la quiebra de la firma Kelme, su patrocinador?

—Lo poco que sé lo he conocido por la Prensa. Hemos tenido problemas con el pago en los dos últimos meses, pero el patrón Pepe Quiles nos llamó para tranquilizarnos y, efectivamente, ya hemos cobrado un mes y en esta semana nos abonarán el otro. Estamos tranquilos, de verdad. El asunto no parece grave. Pero sería horrible que quebrara Kelme. No ya por nosotros, si no por el ciclismo español. Es una firma que lleva ya 23 años en este deporte y su desaparición sería un palo muy fuerte para el ciclismo español, que ya está sufriendo una crisis muy grave de patrocinadores.

—Se puso el listón muy alto en el 2001, pero en este año la afición le va a pedir más.

—Y yo mismo me lo voy a exigir. Ahora mismo estoy cargado de moral y no le tengo miedo ni a Armstrong, a pesar de la admiración que le profeso y de reconocer que está por encima de todos. Pero la carretera está ahí y sueño con estar a su altura.