Una carrera abierta

Por cómo transcurrió la primera etapa me da la impresión de que nos lo vamos a pasar bien en esta Vuelta al País Vasco. Sigo en mi idea de que poner la contrarreloj al final provoca que se bloquee la carrera y eso se ha repetido en los últimos seis años. Pero en esta ocasión parece que hay muchos más equipos interesados en atacar que en controlar. Y eso da esperanzas de que veamos una carrera más abierta y espectacular.

En el lado defensivo sólo veo al Coast, al que le vendría bien que no hubiera diferencias para que Zülle rematara en la crono. Y en el lado ofensivo, todos los demás. ONCE e ibanesto no tienen ningún favorito claro y ayer se les vio muy activos en la tarea de romper la carrera. Lo mismo le pasa al Kelme y al Euskaltel, más aún una vez que Alberto Martínez haya perdido sus opciones. Su distanciamiento y el de Mercado, que también salía como favorito, ha sido una sorpresa. Pero a Gorospe le queda David Etxebarria, que se le ve en buen tono, en tanto que Aitor Osa tiene que ser el hombre de Unzué.

Todas las etapas tienen un puerto cerca de meta. Hoy, por ejemplo, tenemos La Herrera, a treinta de Vitoria. Hay terreno para atacar y yo espero que los españoles encuentren el triunfo en esta vuelta. Aunque tienen fuerte competencia foránea: Casagrande, Boogerd, Garzelli, Zülle, Rebellin...