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Remo | Regata Oxford-Cambridge

Oxford ganó a Cambridge en una ajustadísima regata

Más de 250.000 personas presenciaron la prueba en el río Támesis.

<b>ESPECTÁCULO EN EL TÁMESIS.</b> La prueba es seguida cada año en directo por los londinenses de forma masiva.
REUTERS

Oxford se impuso por tan sólo tres cuartos de largo a su eterno rival, Cambridge, en un acto de entrega y fe, digno de los grandes duelos de antaño en una regata que cumplía ayer su 148ª edición. El acontecimiento deportivo con más tradición del Reino Unido -nació en 1829- mostró una de las más ajustadas batallas de las vistas en las aguas del Támesis. Todo, ante la atenta mirada de los 250.000 espectadores repartidos a lo largo de las dos orillas del río londinense.

Este alarde ancestralmente épico sucedía casi al mismo tiempo que la vida de la Reina Madre, el personaje más emblemático del Reino Unido, se iba apagando definitivamente. La Oxford-Cambridge, protagonizada por las dos universidades más antiguas del Reino Unido, discurrió a una velocidad inusual pese a que la distancia que completan, 7,2 kilómetros, es más de tres veces superior que la de la prueba en su versión olímpica, 2 kms.

Los ganadores, los remeros de azul oscuro de Oxford, completaron la prueba en un tiempo de 16 minutos y 54 segundos. Se quedaron a tan solo 35 segundos del récord de la prueba, los 16:19 registrados en 1998, y completaron el tercer mejor tiempo de la historia remando a una velocidad media de 25,56 kilómetros por hora.

Los últimos románticos de Oxford, que no partían como favoritos ante la poderosa embarcación de Cambridge, la gran dominadora de la última década, arrancaron con la rabia de la revancha en cada palada y así se situaron en cabeza durante los primeros metros. La euforia duró hasta poco antes del paso por la primera milla. Entonces, Oxford decidió autoimponerse la táctica de la cordura y dejar que fuera Cambridge quien se mantuviera, eso sí vigilada muy de cerca, en cabeza.

Remeros olímpicos

Los de Oxford, en cuya nómina figuran tres remeros extranjeros -dos estadounidenses y un holandés, el olímpico Gerritjan Eggenkamp-, acabaron superando a los de Cambridge, con seis extranjeros, -dos de ellos olímpicos-, en los últimos 100 metros. La embarcación más pobre en cuanto a victorias totales (70) ganó a la teóricamente más poderosa (77 triunfos). La anécdota: el primo más modesto, Andrew Dunn, de Oxford, superó al primo más laureado, el remero de Cambridge Rick Dunn, bicampeón del mundo. Tanta rivalidad para acabar diluyéndose entre litros y litros de cerveza que los remeros hermanados en la tradicional fiesta nocturna londinense ingieren para olvidar los duros entrenamientos de los últimos seis meses. Y así, se despiden hasta el próximo año.