"Hay gente que quiso hacer daño a Flores"

¿Cómo lleva el asunto de la competencia?

Muy bien. Somos varios jugadores para dos puestos, aunque hay que trabajar en cada entrenamiento. Por haber salido del equipo no hay que desmoralizarse, aunque a uno le gusta vivir el partido en el campo, y no verlo en la barrera.

Con el trabajo tan oscuro que hace usted en el terreno de juego, si se llamara Moralinho en vez de Morales, ¿cree que se le valoraría más su esfuerzo?

Probablemente sí. Los nombres en las plantillas actuales pesan mucho. Desde que se abrieron las fronteras hace unos años, parece que se valore más a los extranjeros que a la gente de casa.

¿Qué quiere decir?

Muy sencillo. En el caso de Quique de Lucas, si no fuera un hombre hecho aquí se le valoraría muchísimo más.

¿Quiere decir que a los canteranos les pueden tomar el pelo?

No es eso, aunque parece que por ser de la casa tienes que aceptar todo lo que ofrecen, y somos los que estamos tirando el proyecto deportivo del club adelante.

Pero desde fuera están ensalzando el trabajo que se hace en el club...

Normal. Cuando uno siembra acaba recogiendo, y en la casa hace mucho tiempo que se está trabajando.

Pero estar en casa y jugar en el Espanyol es lo más grande que hay, ¿no?

Después de pasar dos temporadas fuera del club lo valoras todo un poco más.

Uno de sus grandes protectores es Paco Flores...

Está haciendo un gran trabajo. No entiendo cómo hay gente que quiso hacerle tanto daño. Se tiene que ser muy mal pensado y mala persona para decir todo lo que se llegó a comentar.

¿Es el padre de la cantera?

Es una de las personas encargadas de que el proyecto vaya hacia adelante, aunque también hay que destacar a todo el personal que se dedica a trabajar con los jóvenes valores del club.

¿Le ha explicado por qué no juega?

No.

¿Necesita qué le diga algo?

Esa respuesta sólo la tengo yo. Debo centrarme en cada partido y esperar a que las cosas me vayan mejor. Sé que estoy capacitado para triunfar en el Espanyol y quiero seguir aquí.