Hípica | Concentración equina
La temporada hípica arranca en España
La finca gaditana de la Dehesa de Montenmedio aglutina durante mes y medio a un total de 1.600 caballos y 600 jinetes de 43 países.
En pleno corazón de la provincia de Cádiz, tierra de bodegueros y navieros, muy cerca de la localidad de Barbate, emerge una gran población flotante equina, quizás una de las más numerosas de todo el mundo. La Dehesa de Montenmedio es una finca de 120 hectáreas situada a unos 40 kilómetros de Cádiz y de Jerez de la Frontera, que se convierte durante los meses de febrero y marzo en el mayor centro neurálgico de la hípica mundial y en la línea de salida de la temporada hípica en sus modalidades de salto y doma.
Más de 1.600 caballos y 600 jinetes de 43 países conviven durante mes y medio en un lugar paradisíaco para la práctica de la hípica: 11 pistas de competición y ocho de entrenamiento, todas ellas de hierba natural, clínica veterinaria, boxes portátiles..., una gran ciudad equina donde los caballos son tratados a cuerpo de rey. Su estancia durante mes y medio por caballo, con todo incluido, asciende a unos 2.400 euros (400.000 pesetas).
Los castrados, mayoría. Alejandro Barreras, director general de la finca, explica la filosofía del Circuito Hípico del Sol, iniciado hace ya ocho años con las competiciones de saltos y desde hace cuatro con las de doma: "Nosotros nacemos con la intención de adelantar la temporada equina ante las dificultades que ofrece la meteorología invernal. En estas fechas, en el resto de Europa, por el intenso frío, las pocas competiciones que se llevan a cabo se desarrollan en pabellones cubiertos. Aquí vienen los mejores caballos y jinetes de todo el mundo: árabes, franceses, británicos, alemanes, egipcios... y, por supuesto, españoles".
El precio de un caballo de hípica oscila desde los 3,4 millones de euros (562 millones de pesetas) hasta los 600 euros (un millón de pesetas). Los más cotizados son los sementales. Pero, en los circuitos de competición son minoría, el 5%. Según Luis Astolfi, "los machos son más distraídos, por eso se les castra". El elevado precio de un buen caballo no es problema para jinetes como la princesa Haya de Jordania o la multimillonaria Tina Onassis. El resto se ve obligado a buscar otras fórmulas, como es el caso de Astolfi: "He alquilado un caballo por 30.000 euros (unos cinco millones de pesetas) hasta julio con la intención de participar con él en el Mundial de septiembre. Así lo pruebo, evito los riesgos de las lesiones y si gano algunos premios, voy recuperando el dinero invertido. En un deporte como éste es imprescindible ser también un businessman".