Europeo 2002 | España 25 - Eslovenia 20
Jornada de autoestima para España
Se aseguró tres puntos para la fase con Francia, Alemania y Yugoslavia.
España, a la tercera, se concedió un respiro en su juego. Ganó con facilidad a una floja Eslovenia, que se jugaba la clasificación para la siguiente fase, y que sólo en la recta final, cuando estaba fuera de la competición (si perdía por siete goles o más caía en beneficio de Suiza) sacó la casta de manera individual, entre su cuarentón Pusnik en la portería y Bedekovic entrando a cara descubierta contra la muralla española.
Ayer salió Barrufet en la portería para reivindicar su calidad de número uno. Su partido fue memorable. Contra él se derrumbó el ataque esloveno. Y no sólo era el meta azulgrana el que intimidaba. Allí estaba Mateo Garralda para bloquear a Pajovic, y Lozano y Juancho Pérez para hacer impermeable la línea defensiva.
Como la Selección está en pleno debate sobre el estilo de su juego, que no acaba de convencer, se tiró de Catón: lo primero la defensa, sólida, seria, concentrada; y luego, pues a esperar que funcione el ataque.
O´Callaghan impuso el orden ofensivo, y estiró el campo. Ayer se jugó más por los extremos, sobre todo por el de izquierdo de Guijosa, que sacó su repertorio de acciones inverosímiles con tantos de contragolpe, de juego posicional, de fintas de astuto, de penalty. Nueve tantos.
Le faltó a España la necesidad de consolidar la victoria con una mayor ventaja. Al final se encontró con que estaba jugando para Suiza, con dos centenares de helvéticos esperando que el milagro llegase del Sur. Pero España también jugaba para ella, con la mente puesta en la segunda parte de esta primera fase que se disputa a partir de mañana en Vasteras y donde se medirá a Alemania, Francia y Yugoslavia. Pasa con un punto menos de que los presvistos (tres), pero es que la igualdad manda en este Europeo de Suecia.