Balonmano | Bidasoa 22 - Pilotes 21
Al Bidasoa le tocó ayer la lotería dos veces
Por la mañana, el tercer premio; por la tarde, un duelo in extremis.
En el Bidasoa están de enhorabuena. Por la mañana, a la mitad del club le tocó el tercer premio de la lotería (unos décimos que compró la plantilla en Almería cuando se enfrentó al Ciudad de Roquetas); por la tarde, a todos los irundarras les sonrió la fortuna por culpa de esa endiablada desgracia que le persigue al Pilotes en esta temporada: cuarta derrota por un gol en los últimos segundos.
El Pilotes mereció el triunfo, se lo trabajó más que el Bidasoa, pero a la postre se repitió la historia habitual en esta Liga: el equipo se marcha a casa cabizbajo. Ayer también tuvo su parte de culpa por ese pésimo inicio de la segunda mitad, cuando Cazal mostró su enorme capacidad para asistir al pivote, y Raúl Bartolomé culminó desde los seis metros la remontada que parecía improbable.
En un partido tan extraño, el tiempo muerto de Texeira, cambió la actitud de los suyos. Cid (tremendo en la primera mitad) se quedó para la defensa, y Cacic se quedó en el banquillo. Con esa decisión táctica, un par de improperios en las orejas de los suyos, y alguna blasfemia malsonante, fue como si a los del Pilotes les pusieran una guindilla en el trasero. Total, acorralaron al Bidasoa, le dieron la vuelta al partido y con 21-21 dispusieron de cuatro tiros en el mismo ataque para ganar.
Pues no. Falló el Pilotes y acertó el Bidasoa, como era de esperar para un equipo que ayer tenía su día.