El Portland supera su test del silencio

El Portland superó ayer uno de esos exámenes extraños que muy de vez en cuando se encuentran los grandes equipos: demostrar su condición de campeón en una cancha muda, sin público, con la puerta cerrada por sanción al equipo local. Cuando una plantilla está plagada de estrellas rutilantes, suele ser difícil la adaptación; los divos necesitan la complicidad del público, sentir la ovación o el abucheo, y así se crecen. La indiferencia les puede, les entristece, les adormece, les resta ese plus de agresividad que necesita un gran deportistas.

Es la única manera de explicar que el Portland de ayer en Lisboa rozase el ridículo en la primera mitad, a sabiendas de la importancia que tenía el choque para los dos equipos. Estuvo noqueado en el minuto 20 (12-5), mantenido por Ortigosa y Urdiales. Aquello debió de ser un pullazo en el amor propio, y de ahí en adelante la máquina antoniana comenzó su laboz de zapa.

Sin hacer un gran encuentro ganó al Sporting, al que dejó condenado fuera de la competición. Y ahora vuelve a soñar con el liderato del grupo.

FICHA TÉCNICA:

Sporting de Lisboa: Fernandes; Andorinho (10, 4p), Kraljic (6), Pires (4), Stohr (1), Gomes (6), Graca (-) -siete inicial-, Correia (ps), Vieira (-), Rui Silva (1) y Nunes (-).

Portland San Antonio: Rivero; Richardson (1), Alberto Martín (-), Kisselev (-), Urdiales (6, 3p), Ortigosa (8), Juancho Pérez (1) -siete inicial-, Hombrados (ps), Jakimovic (-), Garralda (8), Jovanovic (6, 1p) y Beuchler (1).

Árbitros: García y Moreno, de Francia. Descalificaron por triple exclusión al jugador local Stohr (m.50). Excluyeron dos minutos a Pires y Gomes, del Sporting, y a Alberto Martín y Garralda, del Portland.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la quinta jornada del grupo A de la Liga de Campeones celebrado en el Pabellón Alvalade con las gradas vacías, ya que el partido se jugó a puerta cerrada por la sanción impuesta por la Federación Europea de Balonmano (EHF).