La NBA enloquece con Pau Gasol

Dentro de la corta historia de Pau Gasol en la NBA, el mate que consiguió en la última jornada ante el todopoderoso Kevin Garnett (in your face) pasará al recuerdo como uno de los momentos más bellos en su año de rookie. Memphis, la ciudad que un día tuvo como hijo predilecto a Elvis Presley, comienza a rendirse a un espigado y tímido españolito, que habla sólo cuando le preguntan, que quiere pasar desapercibido y que en los restaurantes a donde acude con sus compañeros o con su familia ya debe firmar muchos autógrafos. Si la comida de Memphis fuera mejor... Pau sería el hombre más feliz del mundo.

El mate de Gasol llevó la locura a las gradas de La Pirámide, abarrotadas por 13.000 seguidores de los Grizzlies, e hizo, incluso, perder la compostura a los comentaristas de la cadena de televisión local de Memphis, que en un español muy poco ortodoxo exclamaron: "Un, dos, tres... olé, olé". Para mayor regocijo de Pau, enfrente suyo estaba nada más y nada menos que Kevin Garnett, su mayor enemigo en la NBA. Gasol y Garnett tuvieron un roce la primera vez que se enfrentaron, hace dos semanas, y al final del encuentro Pau criticó la actitud del alero de los Timberwolves: "Se cree una estrellita, y aquí el único realmente imparable es O'Neal. No sé de qué va este tío". Lógicamente, tras el mate de ayer, Gasol se encaró con Garnett en un gesto de revancha. Al final del partido, cuando al propio Garnett se le preguntó por la canasta de Gasol y el desplante de éste, Garnett sorprendió a los periodistas alabando la acción de su rival: "Pau Gasol está aprendiendo muy rápido. Se ha ganado el respeto de todos en poco tiempo. Sin duda, llegará a ser un gran jugador y triunfará en la NBA".

La jugada que puso en pie La Pirámide y que provocó una ovación de medio minuto, fue una demostración de que el nuevo Gasol no tiene miedo y es bien distinto del hombre que entró de puntillas en el quinteto titular de los Grizzlies. Con la pelota en las manos y a toda velocidad, Pau vio a Garnett que le esperaba y luego localizó a Gary Trent, que estaba debajo de la canasta de los Wolves listo para devolverle a su sitio de un taponazo. Pero el catalán sorteó a Garnett, protegió la pelota con su cuerpo, burló a la estrella de Minnesota y haciendo gala de sus 2,30 metros de envergadura colocó un mate soberbio sobre Trent.

"Será el Malone blanco". Esta jugada fue el momento más brillante para los Grizzlies, que sin embargo perdieron por 80-105. Gasol terminó con 22 puntos y 11 rebotes, mientras que Garnett sumó 20 puntos y 15 rebotes. Memphis es un equipo pobre en el que hay una joya que habla español y a la que Dick Versace, el presidente, mima con todo su amor: "Pau será el Karl Malone de los blancos".