El Kelme prefiere viajar al Caribe

Las jornadas de supervivencia que monta el equipo danés CSC-Tiscali no tienen parangón con las concentraciones que realizan el resto de los equipos mundiales. El Kelme apuesta por otro modo de fomentar la convivencia de grupo, como son las vacaciones conjuntas en el Caribe con que fueron premiados corredores, técnicos y auxiliares del Kelme en los dos últimos años.

"Las vacaciones en Cuba y Santo Domingo han sido realmente positivas", afirma Vicente Belda, director del Kelme. "Las relaciones del grupo son distintas a las de una concentración. Allí estamos todos de vacaciones, no hay órdenes, no hay jefes. Es un ambiente relajado en el que cada uno se muestra como es. Terminamos conociéndonos más y eso redunda en una mejor comunicación en el futuro. Yo diría que hasta nos queremos más".

Pero esto, no es una concentración, son vacaciones. José Miguel Echávarri, mánager del ibanesto, cree que la innovación del CSC-Tiscali "puede ser interesante para romper el hielo en un equipo totalmente nuevo cuyos corredores no se conocen". "Pero no es nuestro caso. En el ibanesto cada año hay como máximo media docena de fichajes y no resulta complicado integrarlos".

En los años 80 se puso de moda la concentración invernal del equipo en una estación de esquí. Julián Gorospe, corredor por entonces del Reynolds y ahora director del Euskaltel, las recuerda como algo positivo: "Venían muy bien porque practicábamos el esquí de fondo, que es una actividad muy complementaria con el ciclismo. Potenciábamos brazos, piernas y capacidad torácica y además te beneficiabas del trabajo en altitud".