Ciclistas que entrenan como comandos

Los españoles Paco Cerezo, Marcelino García y Carlos Sastre, el francés Laurent Jalabert y el resto del equipo danés CSC-Tiscali iniciaron ayer una aventura de supervivencia en un bosque de Suecia, cercano a Malmöe. Durante dos días, ayer y hoy, corredores, técnicos y auxiliares del conjunto han sido repartidos en grupos de siete personas y soltados en plena naturaleza, como comandos, donde se deben orientar para llegar paulatinamente a diversos puntos y realizar una serie de pruebas.

La experiencia ya fue ensayada por este equipo el año pasado. Era su primera temporada en el pelotón y los dirigentes pensaron que una fuerte experiencia común, en la que es imprescindible la solidaridad de grupo, sería un buen método para empezar a crear un buen nexo entre gente que acaba de conocerse. Y acertaron de pleno. Los ciclistas salieron muy contentos de su aventura y, evidentemente, contaron desde el primer día con una historia común sobre la que poder iniciar una buena relación.

Tan bien salió, que los dirigentes del grupo danés, entre los que se encuentra como mánager el danés Bjarne Riis, el hombre que le quitó a Miguel Indurain su sexto Tour en 1996, han decidido repetirla y aumentarla.

El año pasado sólo estuvieron un día en Herning, un bosque danés. Salieron a las cinco de la tarde (ya de noche en esa zona escandinava) y llegaron alrededor de la una de la madrugada a un barracón donde durmieron todos en unos colchonetas tiradas en el suelo. Para ir hasta allí tuvieron que cruzar un lago, hacer rafting, pasar por una tiralina (un puente de cuerdas) y prepararse la cena, unas modestas salchichas de Francfort, con la ayuda de cinco cerillas para encender el fuego.

Para acceder a los diversos puntos contaron también con mapas, una brújula y un par de linternas por grupo. Con cada septeto iba un guía, que sólo intervenía si el grupo tomaba una dirección demasiado equivocada y hacía insinuaciones para reconducirlos a cada objetivo, donde recibían información para alcanzar el siguiente. Todo bien controlado y en un plano muy deportivo, nada militar.

Esta vez serán dos días, con sus consiguientes noches, que tendrán que pasar en tiendas de campaña y con sacos de dormir. El equipo de supervivencia será el mismo. Sólo aumentarán las raciones de comida y cerillas. Y serán muchos más los objetivos. Entre otras cosas, los corredores del CSC-Tiscali tendrán que remar por un río, construir un puente con troncos para pasar de orilla y sacar una gran piedra del fondo del río con la ayuda de una especie de grúa que también tendrán que construir ellos mismos con troncos.

"Una bonita aventura". Esta experiencia ya la vivieron Paco Cerezo y Marcelino García el año pasado, pero para Carlos Sastre (ex ONCE), será toda una novedad. No obstante, sus compañeros ya le han tranquilizado. "La verdad es que el año pasado me asusté un poco al enterarme de que nos iban a soltar en un bosque, pero luego fue una bonita aventura", cuenta Cerezo. "Todo salió muy bien. No había riesgos, porque íbamos con un guía, aunque procuraba no intervenir. Todos los grupos llegamos al objetivo final más o menos a la hora prevista. También vino bien para empezar a conocernos, pues para todos era un equipo nuevo. Este año van a ser dos días en el bosque, pero ya sabemos de qué se trata y creo que todo va a salir mejor. Vamos más animados".