Balonmano | Portland 28-Ademar 26
Partidazo en Pamplona
Portland impuso sus individualidades ante un luchador y orgulloso Ademar, que se dejó la victoria en el punto de penalti (cinco fallos).
El partidazo que se anunciaba lo fue donde tenía que serlo, en la pista. El campeón de Europa, Portland, y el campeón la Liga, Ademar, no se dieron tregua y ofrecieron uno de los encuentros más intensos de lo que va de temporada.
Ganó el local porque fue más sólido metalmente y se aprovechó de los errores del Ademar, que falló sus cinco primeros penatis (5 de 7) y no sacó partido a ninguna de las sitiuaciones de ventaja numérica que tuvo a los largo de los 60 minutos.
Si esos fueron los detalles que decantaron el choque, con Hombrados (local) y Juanín García (visitante) de protagonistas estelares, el partido dejó muestras de la gran calidad de ambos equipos: mejores individualidades en el Portland; sobriedad colectiva en el Ademar, que en la primera parte notó la ausencia de Lvov cuando se atascó en ocho goles.
Superar la muralla central del Ademar (Colón, Ordoñez, Errekondo y Bartok, combinados con Castresana) no está al alcance de cualquiera, y de ahí el valor del juego de Richardson (salió renqueante), de las penetraciones de Jovanovic, de los lanzamientos de Iakimovic, Martín y Garralda.
El Portland tenía ganado el partido en el descanso (15-11), pero a cuatro minutos del final el Ademar estaba ahí, presionando como hacen los equipos con carácter (25-24), lastrado por tantas opciones dejadas por el camino y que quizá se expliquen en que es un equipo que aún se está armando, y que pese a ello defiende con casta su condición de campeón.