Mil millones y adelante. Es un secreto a voces que el Real Zaragoza escucha ofertas por Jamelli , pero no va a regalarlo, ni tan siquiera a cederlo. Ya lo puso en venta el pasado mes de agosto, aunque nadie apareció con una proposición seria y el uruguayo Forlán, que esperaba con la maleta preparada para cubrir su hueco en la plantilla, se quedó al final sin noticias.

Ahora, a las puertas de diciembre, la situación ha dado un giro más de tuerca, porque el brasileño mantiene un enfrentamiento soterrado con Chechu Rojo, y él mismo desea una salida, preferentemente a Italia o Inglaterra. Lo que el delantero tiene claro es que no regresará a Brasil, donde, por otra parte, ningún club podría asumir el coste de su fichaje. El Real Zaragoza también tiene claro su precio: mil millones de pesetas. Y en este caso la cifra es inamovible.

Jamelli, que fue el máximo goleador maño la campaña pasada con 13 tantos, presume de que no le faltan ofertas, de que su representante, José María Orobitg, acudirá en breve a Zaragoza para presentar oficialmente una baraja de alternativas, pero en el club aragonés, donde no se quiere ofrecer al jugador para no devaluarlo, no consideran sencillo que ningún equipo paguen los 1.000 millones.

El futbolista insiste en que su intención es seguir en el Zaragoza, pero enseguida desliza que "si todo continúa igual, tendré que pensar en buscar una salida, porque con 28 años no puedo permitirme estar dos temporadas sin jugar para luego quedar libre". Y es que Rojo tiene un año más opcional y el brasileño teme que de continuar en La Romareda su problema se agravará.