Saiz pide a Sevilla que fiche por la ONCE

Manolo Saiz le tiró los tejos a Óscar Sevilla el pasado 9 de noviembre, día de La Almudena, en el restaurante Epílogo, en Tomelloso (Ciudad Real), donde ambos comieron acompañados de Javi Espinosa, masajista personal del ciclista de Ossa de Montiel y al mismo tiempo del equipo ONCE-Eroski. El técnico cántabro se interesó por el estado contractual del escalador de La Mancha y le comunicó su deseo de tenerle en su equipo en el futuro.

Sevilla acudió a la cita sin saber que iba a comer con Saiz, según explicó ayer a AS el propio corredor: "Tengo una buena amistad con Javi Espinosa, que corrió conmigo en juveniles y ahora es masajista mío y de la ONCE. Había quedado con él en Tomelloso, pero cuando llegué puede comprobar que estaba allí Manolo Saiz. No sabía que me lo iba a encontrar, pero no tuve inconveniente en comer con él, al igual que comería con cualquier otra persona del ciclismo. Eso sí, quiero dejar claro que no fue una reunión y que no se negoció nada".

Pese a todo, Saiz dejó caer sobre la mesa el interés del ONCE-Eroski en su fichaje. "Es cierto que me preguntó que cuándo acababa contrato y que me dijo que le gustaría trabajar conmigo en el futuro, pero no hubo nada más. Yo ahora mismo tengo muy claro que tengo contrato con el Kelme", añadió Sevilla.

Hace veinte días, antes de producirse esta comida, Vicente Belda, director del Kelme, había informado a AS que Sevilla ya había ampliado su contrato hasta 2005. Sin embargo, la noticia no era exacta, porque el manchego aún no ha firmado la renovación. "Estamos hablando actualmente, porque, en principio, estoy a gusto en el Kelme y me gustaría quedarme aquí", se limitó a decir ayer Óscar sobre esta cuestión.

Negocia con Kelme. Belda, por su parte, insiste en que el Kelme tiene "un acuerdo verbal" con Sevilla. El pacto, siempre según la versión del técnico, se alcanzó el pasado 24 de octubre, en una comida en Ossa de Montiel en la que estuvieron el patrón, José Quiles, y varios familiares del deportista, además del técnico y del director.

Saiz conocía que el acuerdo de ampliación todavía no se había rubricado y por eso intentó frenar la operación reuniéndose con Sevilla. El técnico del ONCE sabe que no puede pagar la cláusula de rescisión del manchego (200 millones de pesetas), porque hay un pacto de no agresión entre los equipos españoles, y su intención era buscar un acuerdo de futuro. Manolo creía que a Óscar sólo le restaba un año de contrato con el Kelme, cuando en verdad tiene firmados dos.

Tanto Saiz como Sevilla dejaron el sello de su comida en el libro de visitas del restaurante Epílogo. AS intentó ayer reproducir la rúbrica de ambos, pero los responsables del establecimiento no lo autorizaron "por deseo expreso de Óscar". Pese a ello, confirmaron la reunión.