Voleibol | Machismo
El voleibol español acusado de machista
La Federación Internacional obliga a la Española a que tenga al menos dos mujeres en su directiva, so pena de posibles sanciones deportivas.
Agustín Martín regresó exultante de Suiza tras la última reunión con la Federación Internacional de Voleibol. Su inefable presidente, el mexicano Rubén Acosta, había felicitado públicamente a España por la excelente organización de sus partidos en casa en la última Liga Mundial de 2001.
Sin embargo, el presidente de la Española también regresó de Lausana con un aviso explícito: la obligación de cumplir con la cuota de al menos dos mujeres en la junta directiva.
De todas las federaciones deportivas internacionales sólo la de voleibol exige actualmente a sus federaciones nacionales miembros que dispongan de un número mínimo de ejecutivas, que por ahora no se cumple en España y que podría acarrearle algún tipo de sanción por lo que Acosta y su esposa (su asesora y de un gran poder de persuasión) consideran una posición machista. Peligraría incluso la participación española en la próxima en la Liga Mundial.
Martín asegura que su junta directiva no está cerrada: "Lo dije en la asamblea, que necesitaba un año para completar la Junta, y aún quedan puestos por cubrir. Por eso le he pedido una moratoria a la Federación Internacional para cumplir con esa norma."
Sin embargo, Agustín Martín discrepa de "las maneras en este tipo de discriminación positiva", y espera disponer de mujeres directivas que "quieran comprometerse con el voleibol y puedan aportar sus conocimientos. Lo que no es deseable es que en un momento determinado, y por la presión de la Federación Internacional, haya que dar entrada a mujeres para que cumplan como figurantes, como si fuesen simples floreros. La Federación Española no discrimina por el sexo, pero parece evidente que en el deporte español hay más hombres que mujeres directivos, quizá porque la mujer haya demostrado menos interés por este asunto".
Sin embargo, en esta acusación de machismo, el voleibol no está solo. Federaciones con un importante caudal de mujeres practicantes, como el tenis, el baloncesto o el balonmano, por ejemplo, no tienen ni una mujer en sus juntas. En la federación de béisbol y sóftbol la relación es de 8 directivos y una directiva, un balance espectacular si se tiene en cuenta que el béisbol es masculino y el sóftbol sólo femenino.
La Federación Internacional está siendo muy controvertida en los últimos años. Por ejemplo, hace dos solicitó que las jugadoras actuasen con una uniformidad más sexy, y ante la oposición de algunas selecciones decidió primar económicamente a los equipos nacionales más sugerentes, y no sólo femeninos, también masculinos.
En la Copa del Mundo de Japón se llevaron el premio las dos selecciones cubanas, de mujeres y de hombres. En el voley playa también ha conseguido que sus jugadores y jugadoras actúen con una uniformidad que no pasa desapercibida, y la prueba es el interés gráfico que despiertan sus pruebas. En realidad, Acosta es un adelantado, y la prueba es que otras federaciones están siguiendo su ejemplo para captar audiencia televisiva.