Al Toro Acuña no le gusta el protagonismo. Ni siquiera después de una noche como la del domingo, en la que, tras marcar el mejor gol de su carrera, La Romareda se puso en pie y le obsequió con la mejor ovación posible. Al paraguayo le esperaba un taxi en la puerta del estadio para emprender un largo viaje a su país, y sólo aceptó detenerse un minuto para comentar su lanzamiento: "El gol es importante, pero sobre todo porque ha servido para ganar al Real Madrid, aunque sí, quizá sea el mejor gol de toda mi vida". Después, bromeó: "Pero no se olviden que también hice otros muy buenos". Además, había algunas dudas sobre la intencionalidad de su lanzamiento y Acuña se encargó de explicarlas: "No vi a Casillas adelantado, pero al controlar, mi intención era disparar a puerta, eso está claro. Mereció la pena volver de Venezuela y ganar al Real Madrid. Espero que podamos hacer lo mismo en Valladolid".

Fatigado.El centrocampista paraguayo, que ya se encuentra concentrado con su selección en Asunción, explicó que en los últimos minutos del partido se encontraba muy cansado y que llegó incluso a pedir el cambio: "Estaba muy fatigado y me molestaban las agujas que me colocaron en la clavícula, pero al final aguanté. Por suerte, me cayó después ese balón y pudimos ganar el partido. Esta victoria debe servirnos para recuperar la confianza y elevar nuestros objetivos en la Liga. Estoy convencido de que este equipo puede hacer grandes cosas". Además, Roberto Acuña aseguró que el Zaragoza había hecho méritos para resolver el partido antes: "Jugamos mucho mejor que el Real Madrid, sobre todo en la primera parte, donde fuimos superiores. Después, ellos empataron, pero no perdimos la calma. Yo creo que esa fue la clave del partido. El Madrid parecía el dueño, pero nosotros nos mantuvimos fuertes. Ganar al Madrid es siempre motivo de alegría, pero sobre todo por la forma en la que se consiguió, con mi gol en los últimos minutos. La afición merecía una alegría como ésta".