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Aventura | Álvaro Marichalar

"Mi aventura llevará un mensaje de paz"

Intentará ser el primero en atravesar el Atlántico en una moto de agua, aunque él prefiere que se hable de pequeña embarcación. Partirá de Roma a finales de este mes con la ilusión de llegar a las costas de Estados Unidos.

Actualizado a

- ¿Qué le ha llevado a emprender esta travesía por el Atlántico?

- Es la culminación de un sueño, es el resultado de 20 años de una afición.

- ¿Que le lleva a un empresario como usted a abandonar su cómodo despacho para embarcarse en esta aventura?

- Navegar me permite disfrutar del mar, mi verdadera pasión y descubrir paisajes y horizontes. Además me permite encontrarme conmigo mismo.

- ¿Qué opina de quienes aseguran que este tipo de aficiones es de gente ‘pija’?

- Quienes hablan así es porque no conocen este deporte. Navegar 60 días a una media de 14 ó 15 horas en una pequeña embarcación, y hacerlo siempre de pie, no es precisamente una actividad lúdica.

- ¿Ha tenido que seguir algún plan de preparación específico?

- Este verano permanecí 40 días en una balsa en Formentera con el fin de ir acostumbrándome. Pero, no nos engañemos, lo que decide es la preparación mental. Se necesita mucha fuerza moral para soportar todas las peripecias que te ocurren en alta mar, las llagas que te van saliendo por todo el cuerpo, las tormentas...

- ¿Es cierto que ha tenido que engordar algunos kilos?

- Es bueno que parta con algún kilo de más. Cada día pierdes unos dos kilos de peso y aunque intentas recuperarlos con la alimentación, te quedas con un déficit de unos 200 gramos. Esos 200 gramos multiplicados por 60 días da como resultado que perderé unos 12 kilos.

- ¿Qué es lo más costoso de la travesía?

- Una vez logrados los patrocinadores, lo más complicado es la preparación logística, contratar los seguros, planificar la embarcación de apoyo y coordinar a las siete personas que integramos la travesía.

- ¿Le molesta que le conozcan más por su parentesco con la Familia Real que por sus hazañas deportivas?

- La imagen y el concepto que tiene la gente de tí es la imagen que se empeñan en vender algunos medios y eso es inevitable. Mi afición no es de anteayer. Para conseguir llegar a esto he necesitado estar 20 años aprendiendo del mar y jugándome en muchas ocasiones la vida.

- ¿Le preocupa que la situación de conflicto mundial interfiera en su aventura?

- Después de los atentados en Estados Unidos, esta travesía pretende llevar un mensaje de paz. Desde Estados Unidos me están animando más que nunca para que llegue a buen puerto una aventura con un transfondo conciliador, sobre todo teniendo en cuenta de que parto de Europa y llego a Estados Unidos pasando por países como Marruecos y Cuba.

- Pasará la Navidad en alta mar ¿Cómo tiene previsto vivir estas fechas?

- Echaré de menos a mi familia. Yo soy creyente practicante y para mí el mar es donde mejor veo a Dios, cara a cara. Será mi recompensa al esfuerzo invertido.