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Gimnasia | Mundiales de rítmica

"Soy como Kournikova, aunque yo gano"

Alina Kabaeva dejó su impronta en Madrid como la mejor gimnasta mundial y una imagen para la publicidad y el cine.

Escribía Vallejo Nájera que una mujer para ser irresistible debe parecer accesible. Alina Kabaeva no lo es, pero se deja querer, busca complicidades y acepta con su amplia sonrisa el acoso de la prensa. A. K. ha sido la zarina de Madrid en la semana del Mundial de rítmica, y deja su trono para que otra A. K. lo ocupe en noviembre durante la Copa Federación de tenis.

¿Se puede comparar a Kabaeva con Anna Kournikova? "Nuestras especialidades son distintas y nuestro talento deportivo es diferente", dice la reina de la rítmica, que se muestra admiradora de la tenista: "Ella y yo tenemos en común que trabajamos mucho en nuestros deportes, que nos esforzamos por ser la mejor. Quizá en ese aspecto seamos iguales aunque deportivamente la diferencia es que yo gano y ella aún no. Pero Anna tiene más contratos y es una modelo admirada mundialmente. Por mi parte, de momento hago mis pinitos con el contrato con Longines, que me va a utilizar como su imagen internacional".

Dieciocho años, 1,65 metros, 44 kilos de peso, y un rostro exótico de la mezcla de sangre eslava de madre y tártara del padre. Frente a esos poderes de la A. K. de la rítmica, los de la A. K. del tenis: 20 años, 1,73 metros de altura, 56 kilos y rubia eslava. Kabaeva muestra dos títulos mundiales y tres europeos, más decenas de torneos menores; Kournikova, bueno, ella grandes torneos no ha conquistado todavía.

Alina dice que no se cansa de ganar "porque una deportista de élite se prepara para vencer. Si deja de sentir esa necesidad es que no le queda interés por su deporte". Y ella estuvo a punto de perderlo tras los Juegos Olímpicos de Sydney: "Es mi gran frustración, donde sólo pude ser bronce. Pensé en la retirada, pero he decidido seguir en la competición para sacarme esa espina. Este Mundial de Madrid me ha devuelto la ilusión, y ahora empiezo a pensar en el Campeonato de Europa del año próximo en Vitoria, otra vez en España. Se me han pasado las dudas".

Si Kournikova insinúa su paso al cine como chica Bond, Kabaeva va por delante: en Madrid estuvieron dos equipos rodando imágenes de ella para incluirlas en una película acerca de su vida, incluso este año firmó en Japón unos compromisos publicitarios con Samsung y con una productora.

Alina parace más vulnerable que Anna, pero la gimnasta se desplaza con uno de los mayores séquitos del deporte internacional: los padres, las entrenadoras, el coreógrafo, el preparador físico, el masajista, la directora de imagen y la psicóloga, aunque a esta última no le dieron visado para estar en Madrid. ¿Se iría usted a vivir a Estados Unidos? "Estoy feliz en Moscú". Y Kournikova, también, en Miami.